CRÍTICA. La nueva entrega de Spider-Man comienza cuando Peter Parker decide irse junto sus compañeros de clase a pasar unas vacaciones por Europa. A pesar de que su intención es olvidarse por completo de sus labores de superhéroe durante unas semanas, todo se tuerce cuando Nick Fury contacta le pide su ayuda para combatir unas criaturas que están causando el caos en el continente europeo.
Debo reconocer que fui a la sala de cine con las expectativas muy bajas. Estaba cansada de tantos estrenos de Spider-Man, tantas caras distintas enfundando el traje de héroe arácnido (Tobey Maguire, Andrew Gardfield y, ahora, Tom Holland) y tantas vueltas al origen del personaje para contarte la misma historia. Sin embargo, a veces, acudir con esa actitud puede tener algo bueno, y es que la película puede sorprenderte. Y eso es justo lo que sentí.
A pesar de un primer tramo en el que el humor y la trama no acababan de arrancar, el atractivo de la historia va in crescendo y las bromas que se suceden atrapan cada vez más al espectador pasando poco a poco de la sonrisa a la carcajada con los diálogos y los momentos que se generan. Los guionistas y los responsables de efectos especiales consiguen que la mezcla de humor y acción de gran efectividad.
Dentro de los actores protagonistas destaca sin duda un Jake Gyllenhaal, enfundado en un traje de villano que le queda como un guante. Un antihéroe adaptado a la situación actual, al mezclar la tecnología con una mente maquiavélica, mostrando que el odio y resentimiento del ser humano puede ser más poderoso y causar peores daños que cualquier supervillano del mundo exterior. Si una película es tan notable como lo es su villano, este filme se merece un sobresaliente.
‘Spider-Man: Lejos de casa’ es idóneo para estas tardes de verano con la familia (la fecha elegida para el estreno no ha sido una casualidad). Uno de esos filmes en los que el entretenimiento está asegurado conozcas o no la historia que dio origen a esta secuela.
— Lo peor: Que hayan tomado la decisión de darle al personaje de un Spider-Man adolescente un perfil tímido, torpe e hiperactivo en exceso. Esto, además de alejarse del personaje real, puede llegar a hacerlo irritante en ciertos momentos.
— Lo mejor: La idea de mezclar la trama con el telón de fondo de un viaje de final de curso, lo que da pie a una mezcla de humor y acción de gran efectividad. DIARIO Bahía de Cádiz