CRÍTICA. Han tenido que pasar 14 años para que Brad Bird dirigiera finalmente una segunda parte de la cinta ‘Los increíbles’, la cual nos dejó con un buen sabor de boca llegando a ser una de las películas de animación mejor valoradas por la crítica. El director de la cinta vuelve al género de animación tras la fallida ‘Tomorrowland’ (2015), protagonizada por George Clooney y que destacó más por su mensaje de fondo y efectos especiales que por su capacidad para entretener al espectador.
Bird (director de capítulos de ‘Los Simpsons’ y de la cinta ‘El gigante de Hierro’) nos ofrece una película muy recomendable no solo para pasar las calurosas tardes del mes de agosto sino para divertirse en compañía de toda la familia y sacar el niño que llevamos dentro.
‘Los increíbles 2’ recupera la historia de su predecesora y ganadora de dos Oscars (mejor película de animación y mejor edición de sonido). En este caso, la familia Parr debe ejercer su trabajo de superhéroes en la clandestinidad tras haber sido declarada ilegal cualquier actividad heroica. Un altruista millonario les ofrecerá su ayuda para conseguir la legalización de su actividad, mientras que una serie de extraños crímenes hacen que toda la familia tenga que volver a luchar unidos a pesar de los peligros que conlleva.
Desde que en 1995 Disney y Pixar produjeran la primera película de animación por ordenador (y primer largometraje de este último), el cine de animación tradicional ha ido poco a poco desapareciendo. A día de hoy, es mayor el número de películas producidas para la gran pantalla en este formato que en cualquier otro. Sin embargo, su éxito no se basa solo en la técnica empleada (a pesar de que ofrece mayor versatilidad a la hora de contar la historia) sino en los buenos guiones que se elaboran para las mismas. En este caso, ‘Los increíbles 2’ no hubieran llegado a buen puerto si no trajera bajo el brazo un argumento y diálogos bien estudiados y escritos que la convierten en una película de gran efectividad.
Es muy de agradecer cuando el cine familiar es realmente para toda la familia. Desde hace ya muchos años existen películas de animación que no solo piensan en los pequeños, que acuden quizás por primera vez a las salas, sino también en los sufridos padres o familiares que se sentían invisibles en la sala para los guionistas de este género. Sin lugar a dudas, esta cinta busca atrapar a los dos públicos al combinar una trama divertida con diálogos rápidos y divertidos (algunos de ellos serán difíciles de seguir por el público infantil) junto con una calidad digital que nos recuerda en cada fotograma el sello de la productora Pixar.
— Lo peor: La duración del metraje y algunas líneas de diálogo un poco complejas para el público infantil pueden hacer que este pierda la atención durante la proyección.
— Lo mejor: El guión (las transformaciones del bebé como parte de la trama han sido muy bien aprovechadas) y la calidad audiovisual, haciendo que los padres no se sientan excluidos como espectadores. DIARIO Bahía de Cádiz