CRÍTICA. Cuando en 1993 se estrenó la primera entrega de ‘Parque Jurásico’ no sabemos si Steven Spielberg se habría imaginado que se llegarían a realizar un total de tres secuelas y dos nuevas películas casi 25 años después. Como muchas personas, mi infancia cinematográfica está, en parte, marcada por la primera de las entregas de esta saga.
La mente de Spielberg nos regaló una aventura sin precedentes, llena de efectos especiales tremendamente realistas y momentos en los que el corazón se nos aceleraba de la tensión y el suspense. El cine, pensado como entretenimiento, tenía un nuevo referente y sabíamos que los efectos especiales eran una antesala de lo que estaba aún por llegar.
Pasados los pocos años, se comenzaron a estrenar secuelas, a cada cual más innecesaria y llena de errores de guión. Con pena, asistí a ver como una idea original llena de potencial era explotada como una gallina de los huevos de oro para hacernos salir de las salas con mal sabor de boca. Menor inversión en guionistas, directores de fotografía y efectos especiales (todo lo que en este tipo de cine es imperativo). Se trataba simple y llanamente de cine de domingo por la tarde, incluso a pesar de contar con actores de la talla de Julianne Moore, Jeff Goldlum o William H. Macey… por lo menos sabemos dónde iba a parar el dinero. Solo la primera entrega, la más novedosa y trabajada, perduró en nuestra memoria con el paso de los años. Tras la tercera y última de las películas, parecía que por fin se dieron por satisfechos (seguramente porque perdían más dinero del invertido),… o eso creíamos.
En ‘Jurassic World: El reino caído’, ahora en los cines, se reúne de nuevo al elenco protagonista de la cinta estrenada en 2015. La historia se sitúa tiempo después de que el proyecto de la doctora Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) fracasara, resultando su parque temático en un peligro aún mayor que el creado por Hammond. Tras abandonar a los dinosaurios a su suerte en la isla volcánica donde se situaba el parque, un volcán amenaza con provocar una segunda extinción. La doctora, junto con la ayuda de nuevo de Nick van Owen (Chris Pratt) tratará de salvarlos a toda costa, tal vez pagando un precio demasiado alto.
Si no han podido ver el filme de 2015 (‘Jurassic World’), les recomiendo que lo hagan. Hace tres años hizo pensar que, de nuevo, se había recuperado la esencia del filme original con estupendos efectos especiales, un argumento interesante en el que se aportaba no solo alguna idea original sino que hacían guiños interesantes a la película de los años noventa, que a todo el que la recuerde con cariño le harán sonreír. Esta secuela del director español Juan Antonio Bayona está más indicada para ir en familia a pasar un rato entretenido, pero sin más pretensiones. En vez de aportar, se contenta con ser un filme plano. Me pesa decir, sobre todo al ser dirigida por Bayona, que está cinta confirmar que segundas partes (o quintas, según se mire) nunca fueron buenas.
— Lo peor: Bryce Dallas Howard. Un guión lleno de fallos (¿De verdad un dinosaurio entiende que la mezcla de un gas y una llama puede resultar en una explosión?).
— Lo mejor: Los diálogos cómicos del personaje de Chris Pratt, aunque esta vez más escasos que su predecesora. Los efectos especiales.
La apuesta cinematográfica de la semana que viene:
‘No dormirás’. Cine español de calidad que merece ser tenido en cuenta. La historia se centra en un hospital psiquiátrico abandonado donde un grupo de teatro vanguardista experimenta con el insomnio, hasta que una fuerza sobrenatural hace presencia en el elenco. DIARIO Bahía de Cádiz