CRÍTICA. La película nos cuenta la historia del matrimonio formado por Pete (Mark Wahlberg) y Ellie (Rose Byrne), los cuales deciden lanzarse a la adopción para formar una familia. Es así como terminarán cuidando a tres hermanos, la mayor de ellos una rebelde quinceañera llamada Lizzy (Isabela Moner) que les dará muchos quebraderos de cabeza.
Todos los que acudan a las salas con la idea de ver solo una película irreverente de los creadores de ‘Como acabar con tu jefe’ deberían prepararse para una reflexión más profunda que aquellas que encerraban la citada saga. Y es que no solo estamos ante una divertida comedia de situación, sino ante un filme que nos descubre un guion con buenos diálogos y cuidadas reflexiones, que nos harán reír al sentirnos identificados con ellos…seamos o no padres de familia.
Lo que comienza como una historia al uso (una pareja que decide adoptar) se torna en una reflexión sobre el proceso de crianza de los hijos en la sociedad actual. Nos hace darnos cuenta que, tanto si nuestros hijos son o no adoptados, la convivencia se vuelve a veces complicada, pero no es malo tener sentimientos encontrados a la hora de lidiar con ello.
Lo exagerado de las situaciones que se nos presentan puede parecer en ocasiones lejos de la realidad, lo que no desmerece la comicidad y el cuidado con el que han sido diseñadas. Todo ello busca despertar en el espectador la impotencia y suplicio que sufren los personajes y a ver, como único remedio posible, revertir la situación que les ha llevado a esa convivencia. Y he ahí el pensamiento que se despierta. No es malo perder los nervios, ni añorar la vida de pareja antes de que llegara la prole. Es algo tan natural como el amor que sentimos hacia cada miembro de la familia.
Y es que el descubrimiento del significado de la paternidad no es un camino fácil, aunque ‘Familia al instante’ nos demuestre que, con buenos actores y guionistas, puede ser también muy divertido.
— Lo peor: La excesiva edulcoración del proceso de adopción, aunque el haber tomado otra perspectiva la hubiera alejado de la comedia.
— Lo mejor: Rose Byrne en su papel de madre neurótica. La escena completa de las fotos tomadas en el baño. DIARIO Bahía de Cádiz