CRÍTICA. La historia es la continuación de la ahora trilogía ‘Cómo entrenar a tu dragón’. Esta franquicia (formada por películas, videojuegos, historia gráficas, etc.) viene de la mano de Dreamworks, productora creada por Spielberg, responsable de otros films como Shrek o Madsagascar. La historia se centra de nuevo en Hipo, quien cumple su sueño de conseguir la convivencia pacífica entre vikingos y dragones. Esta vez, su dragón Furia Nocturna (Desdentao) encuentra una compañera que le hace distraerse sin pensar que puede estar escondiendo una trampa peligrosa. En esta tercera entrega, el liderazgo de Hipo como jefe de la aldea se verá puesto a prueba, y tanto dragón como jinete deberán tomar decisiones difíciles es pro de sus seres queridos.
El mensaje que la película lanza es claro para el público adulto: hay que intentar buscar siempre un punto de unión entre las personas (o a las distintas especies). Debemos abrazar las diferencias en vez de intentar destruirlas o rechazarlas, sin imponer formas de vivir. La tolerancia, la empatía, la amistad y la solidaridad deben ser valores que prevalezcan para conseguir la convivencia y crecer como sociedad.
Este mensaje, que los adultos desearíamos que las nuevas generaciones adquieran, llegan al público más joven a través de la literatura, la educación (dentro y fuera de la casa) y, como no, el cine. Por eso es una película recomendable para acudir con niños y adolescentes, no solo para conseguir unas horas de tranquilidad, sino para debatir con ellos a la salida del cine y conocer sus opiniones al respecto, buscando que estos valores humanos sean parte de ellos.
Para todos los que hayan visto las anteriores entregas, podrán volver a disfrutar de unos gráficos y diseños bastante conseguidos (la Dreamworks no decepciona, como viene haciendo desde hace años con su larga lista de producciones animadas). El ambiente lúgubre y rudo de los vikingos se une a la gran imaginación en la creación de especies imposibles de dragones (atentos al acompañante con escamas del villano. Un dragón escorpión de lo más impactante). Es una pena que en la versión española se haya optado por un doblaje un poco desafortunado. Tal vez buscando mayor afluencia de público en la sala, Melendi da voz al malo malísimo en un doblaje exagerado y poco natural. A pesar de todo, no consigue estropear una película donde lo importante es el mensaje que subyace en todo el metraje.
— Lo peor: El doblaje de Melendi, sin duda.
— Lo mejor: Los gráficos y los diálogos. Sin contar todos los divertidos intentos de cortejo de Desdentao. DIARIO Bahía de Cádiz