CRÍTICA. La historia se sitúa en el año 2663 cuando, tras una cruenta guerra conocida como La Caída, los ciudadanos de Ciudad del Hierro sobreviven como pueden rodeados de peligros y dificultades económicas. Uno de estos habitantes es el doctor Dyson Ido (Christoph Waltz) quien se gana la vida recomponiendo prótesis robóticas de los habitantes de la ciudad. Será él quien localice en los depósitos de chatarra el cuerpo medio destruido de una joven cyborg a la que reconstruye y da el nombre de “Alita” (Rosa Salazar). La joven no recuerda nada de su pasado, pero su cerebro humano está intacto y será determinante para dar un giro a la situación en Ciudad del Hierro.
‘Alita: ángel de combate’ se basa en el manga ‘GUNNM’ de Yukito Kishiro, quien no dudó en catalogarla como la mejor película del mundo (como si su bolsillo no se viera afectado por la recaudación en taquilla). Puede que este comentario sea una pequeña exageración por parte del autor, pero lo que sí es cierto es que el proyecto se empezó a forjar en el 2003, por lo que han tenido tiempo y de sobra para darle más de una pensada al guion y al diseño de la obra consiguiendo un producto de calidad. Todo esto, junto con su fidelidad al manga original y los efectos especiales, nos dejan con un buen sabor de boca en referencia a los aspectos técnicos.
Dirigida por Robert Rodríguez (‘Desperado’, ‘Machete’, ‘Spy Kids’, ‘Sin City’ 1 y 2), producida por James Cameron y escrita por el anterior y Laeta Kalogridis (guionista de, entre otras, ‘Shutter Island’, filme de Scorsese protagonizado por Leonardo Dicaprio y Mark Ruffalo), ‘Alita’ es una película llena de peleas al más puro estilo manga y de universos que muestran la gran imaginación de los autores japoneses, maestros de los espacios futuristas y de historias imposibles que requieren un gusto por el género de ciencia ficción por parte del espectador.
La gran baza de esta película es, por tanto, el increíble despliegue visual que salpica tanto a la fotografía, efectos especiales y caracterización (atentos a los ciborgs y demás personajes que pasan por la consulta del doctor Ido). No así las actuaciones que, aunque correctas, se limitan a mostrar la superficie de los personajes (tal vez les costaba mucho creerse sus roles entre tanta pantalla verde). Ni el mensaje sobre la necesidad de encontrar la humanidad en uno mismo que subyace en la historia, el cual no consigue trascender tanto como el ruido que las peleas y los efectos visuales dejarán en nuestra mente a la salida de la sala.
Os dejo una recomendación: si no se conoce el manga ni se es fan del género de ciencia ficción, ‘Alita’ no es una opción muy recomendable para una tarde de cine. En ese caso, pueden incluso llegar a provocar sopor las dos horas de metraje en el que las luchas, armas y patadas voladoras se suceden sin descanso. Se trata de un cine muy específico, para un público muy específico.
— Lo peor: Para aquellos que no sean fans del manga, puede ser una película tediosa y “más de lo mismo” en el cine de ciencia ficción futurista.
— Lo mejor: Los efectos especiales. La caracterización de la actriz Rosa Salazar como Alita mediante la técnica de captura de movimiento. DIARIO Bahía de Cádiz