CRÍTICA. Omnia quae corporis sunt flumen; somnus et halitus quae spiritus sunt (Todo lo corporal es como un río; todo lo del alma es sueño y hálito.) el lema escrito en la tapa abierta del impresionante clavicémbalo de Silvia Márquez invitaba a sentir, abarcando todos los sentidos, el concierto del dúo Tur Bonet – Márquez.
La chacona fue una composición casi obligada para los músicos del Barroco, dada la popularidad de estas piezas basadas en danzas populares. La Ciaccona del casi desconocido Bernardo Scorace impregnó de viveza y alegría el arranque del concierto, venciendo el sonido la necesaria acomodación en un espacio tan vistoso y amplio como el Palacio de Congresos de Cádiz. Con la naturalidad del virtuosismo y el toque expresivo que sale del alma la interpretación de la pieza evidenció el excelente carácter musical de Silvia Márquez.
La interpretación a dúo de la Sonata IV de Schmelzer evidenció los desajustes propios de una combinación instrumental ocasional. La ejecución briosa de la violinista y su magnífica técnica con el arco nos hizo superar la sensación de que aún podía haber resultado mucho más brillante siendo dúo estable.
Las Sonatas del Rosario de Heinrich Ignaz Franz Biber son de las mejores obras para violín del Barroco. La Passacaglia con la que se cierra las quince sonatas desarrolla un conjunto de exuberantes variaciones sobre el tetracordo del Lamento della Ninfa de Monteverdi. El violín de Tur Bonet cubrió con eficacia musical y, a mi gusto, estrecha coloratura, quizás debida al instrumento, la interpretación de esta joya del Barroco.
En la misma línea de la Sonata de Schmelzer, ambas interpretaron luego la transcripción para violín de la exquisita, aunque simple, aria Che si può fare de Bárbara Strozzi, uno de las pocas compositoras que plantaron cara a las restricciones del oficio en la época. Más tarde, en el bis, con un toque más relajado y arco más amplio en el violín se ofreció una versión mucho más gustosa y sentida de esta pieza.
Con otra Ciaccona del gran Bach se completó el despliegue de piezas integradas en ese siglo y medio de música dominada por el Barroco musical, cuyas portaciones aún perduran. Como en la Sarabanda -otro de los hits del barroco- del celebrado violinista belga Eugène Ysaÿe en la pieza dedicada a Franz Kreisler, de la Sonata op. 27.
Otra muestra del atractivo que ejerce aún la chacona en los compositores es Montuno en forma de chacona del portorriqueño Roberto Sierra, una obra compuesta específicamente para Silvia Márquez por encargo del Festival internacional de Música Española que se estrenó en 2017. Una pieza de especial dificultad y brillantez ejecutiva que entusiasmó.
Con la siempre inigualable Follia de Corelli se regresó al barroco propiamente dicho y el público disfrutó con las archiconocidas variaciones de la melodía hispana y la belleza expositiva del violín. DIARIO Bahía de Cádiz
FOTO: FMEC
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
XIX Festival de Música Española de Cádiz.
Obstinadas: entre chaconas y folías de España. Silvia Márquez, clave. Lina Tur Bonet, violín.
Programa: Bernardo Storace (ca. 1637-1707) Ciaccona (Selva di varie composizioni d’intavolatura…, 1664) / Johann Heinrich Schmelzer (1623-1688) Sonata IV (Sonatae Unarum Fidium, 1664) / Heinrich Ignaz Franz von Biber (1644-1704) Passacaglia en sol menor («El ángel de la guardia») / Barbara Strozzi (1619-1677) Che si può fare (Arie & Cantate, op. 8). / Johann Sebastian Bach (1685-1750) Ciaccona de la Partita n.º 2 en re menor para violín, BWV 1004 (transcripción para clave de Lars Ulrik Mortensen) / Eugène Ysaÿe (1858-1931) Sarabande. Quasi lento (de la Sonata Op. 27, n.º 4 en mi menor, 1923) / Roberto Sierra (1953) Montuno en forma de chacona / Arcangelo Corelli (1653-1713) Follia (Sonate a violino e violone o cimbalo, op. 5, 1700).
Lugar y día: Auditorio del Palacio de Congresos de Cádiz, 12 de noviembre de 2021.