CRÍTICA. El lenguaje es un instrumento para la transformación social. El lenguaje es por tanto instrumento de poder. Un simple cambio en la escritura del título de la novela de Merimée tiene una connotación semiótica que aprovecha la compañía para ofrecer una visión nueva del personaje, reorientando el mito de Carmen hacia una dimensión, moderna y novedosa, en muchos aspectos alejada y diferente a la creación romántica. Hay quien apuesta por la inmutabilidad de los mitos propugnando una especie de respeto historicista con las intenciones de los autores originales; pero literatura y realidad se influyen mutuamente, por lo que la palabra impulsa a que la realidad se vea afectada, modificada, alterada y complementada.
Merimée no podría haber escrito su novela Carmen en estos momentos: los paraísos perdidos, los ambientes exóticos, las relaciones prohibidas están en otros lados o se viven de otra manera, aunque siempre existan donjoseses dispuestos a perder la razón por una mujer. De ahí que sea razonable la propuesta ucrónica de una reescritura del mito en tiempo actual como la que realiza la compañía colombiana de teatro La Máscara. En Karmen, con K de karma, proponen una interpretación del mito de Carmen bajo la óptica de la ley kármica de acción y reacción y su idea del eterno retorno. Carmen no quiere seguir siendo la femme fatale, a la vez ángel y demonio, poseedora del poder de la seducción como única arma, la Eva siempre presente y condenada a sufrir la violencia machista. Ahora quiere ser una mujer que vive y ejerce su libertad sin sometimientos, aunque aún sufra las consecuencias de sus decisiones equivocadas.
El relato propuesto en Karmen se vive en un espacio cirkular cubierto de arena, que configura ambientes múltiples: alfombra en clave mil-y-una-noches; lugar tabernario que destila alcohol, pasión y sensualidad; coso taurino y ruedo de enfrentamientos entre machos; parque donde se sepulta a la mujer… El církulo es también la metáfora de la reincidencia de la mujer en los mismos errores de la vida amorosa: relaciones tóxicas, sometimiento al hombre, renuncias a un amor completo y sin reserva.
Aunque en Karmen los elementos escenográficos y la música superan en ocasiones la propia acción dramática, el espectáculo es vivo y entretenido; pero el relato se agota en sí mismo cuando queda claro el planteamiento, más o menos a la mitad de la función. A modo de clímax, una brillante escena grupal en la que la desnudez se torna exhibición de libertad y enfrenta a los espectadores con sus contradicciones determina el punto de inflexión. A partir de ese momento la función es una coda mantenida de idéntico relato; un añadido dramático que enriquece y matiza la propuesta de esa Carmen reinventada, pero que ya no sorprende. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
XXXIV Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz
‘Karmen’ de Joan Millán. Teatro La Máscara (Colombia).
Dirección: Susana Uribe Bolaños. Escenografía: Antonio Cadavid. Elenco: Susana Uribe, Sara Ávila, Isabel Dávila, Lina Riascos, Angélica Ramírez, Nasly Sánchez, Diana Trujillo, Jhon Zapata, Diego Montoya y Miguel Achury. Música: Froyber Maya y Manuel Jiménez.Lugar y día: Sala Central Lechera de Cádiz, 23 de octubre de 2019. Lleno.