CRÍTICA. Pocas veces un título autodeclarativo es tan expresivo como “perra de nadie”. El ladrido doliente de una perra en el silencio de la noche es el hilo conductor de un espectáculo en el que Marta Carrasco descubre ocho versiones de mujer. Cada una de ellas aparece con el ladrido de perra, que se percibe cada vez con más desgarro y pena.
¿Cuántos ladridos se necesita para desvelar nuestras conciencias? ¿Cuántas perras hay en cada ladrido? ¿Cuántas “perras” viven en el mismo cuerpo de “perra”? ¿La compañera fiel, la vigilante de nuestros sueños y pertenencias, la juguetona compañera de nuestros paseos, la intrépida descubridora de nuestros deseos…?
Marta Carrasco nos hace vivir con ella en “un espectáculo lleno de emoción, amor y humor” sus ocho personajes, que como la escala básica musical tiene cada una su propio nombre, su propio color, su propio afecto. Ocho mujeres en las que la artista distribuye ideas y sentimientos, además de propuestas estéticas. Ocho personajes que “pueden leerse de muchas maneras, dependerá de cómo te haya tratado la vida”, nos avisa la creadora.
La mujer octofacética de Perra de nadie inicia un viaje al interior de sí misma con un personaje cercano Lili, esa flor tan llena de amor de ‘B. Flowers’, otra conocida creación de la actriz catalana. El primer número proyecta una Lili amorosa, tierna, vestida a la usanza de Frida Kahlo y distribuidora generosa de carantoñas al público, con el que se mezcla la primera “perra” de Marta Carrasco.
La artista también se transmuta en otros personajes reconocibles, o casi, a los que dota de liviandad e interpreta en clave de comicidad provocadora; no hay que engañarse, el reconocimiento visual y la broma endulzan un mensaje unidireccional: no es “perra de nadie”. Es la Judith cortacabezas de todo Holofernes amenazador, la Carmen rompecorazones que disfruta de su físico sensual y seductor, la Maruja entradita en carnes que se embute a medias en un vestido que no le cabe, pero que no le impide marcarse un bailón a toda pastilla. Para esas “perras” no hay corsés, limitaciones, ni amenazas que puedan con su libertad de ser y su decisión de vivir sin las ataduras que amarran las perras a su dueño. Cada “perra” de Marta Carrasco tiene su gesto, su mordida, su propia razón y la actriz despliega toda la panoplia expresiva de teatro gestual, medido y sentido, que uno pueda imaginar.
El espectáculo de Marta se vive con intensidad creciente, como aumenta el timbre de la escala musical, si bien la escenificación es cada vez más y más compleja, más profunda. Especialmente memorable es el número conclusivo que termina ocultando a la “perra” en una mujer irreconocible bajo una máscara de barro.
Con Perra de nadie Marta Carrasco se despide de la escena como actriz. Añadimos: por todo lo alto. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz 2018
‘Perra de nadie’. Compañía Marta Carrasco.
Marta Carrasco, Pep Cors, Antoni Vilicic, dirección escénica. Marta Carrasco, creación, intérprete y escenografía. Joan Valldeperas, montaje musical.