CRÍTICA. El Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz inauguró su programación en sala con una obra singular y llamativa, Amazonas. La representación de esta obra, ganadora este año del premio Lorca al mejor espectáculo flamenco, tenía en la gaditana Rosario Toledo, artista principal del elenco y creadora de la coreografía, un aliciente para el público de Cádiz, adicional al indudable atractivo que proporciona conocer el galardón concedido.
Aunque es un espectáculo de flamenco, el elemento básico del género no surge hasta la media hora. A partir de ahí, la voz de la cantaora suma pasión y sentido escénico a un texto adaptado a la narración y ejecutado con distintos palos. Previa a esa emocionante intervención, el primer tercio se configura como un ostinato rítmico, que mantiene el trepidante comienzo que conmociona por la brillantez escénica del batido de tambores que las amazonas mantienen durante minutos.
El tambor es uno de los recursos simbólicos utilizados en la obra que enfatizan el relato en femenino de la autora Juana Casado (más bien coautoría con Luz Valenciano en el texto y José Manuel León en la música). Se trata de recordar-revisar la leyenda de las amazonas, incardinada en la mitología griega de la que se surte, destacando el carácter guerrero de las sin marido más como consecuencia de una decisión de vivir en libertad, libres de la tiranía del hombre, que por una necesidad de supervivencia vital. En la narración, es una respuesta a la tiranía del varón y a su brutal sometimiento. Una lucha por dignidad y con todas sus consecuencias, aun a costa de la vida.
En la brevedad temporal del espectáculo, todo el relato se enmarca entre dos eventos significativos, la narración en negativo del parto de un niño varón y la epifanía conclusiva del nacimiento de una niña, que determinan el mensaje de dignificación personal de la mujer. Es un relato selectivo, intencional y enfático, sin ningún recato en mostrarlo en presente, como si se urgiera a reproducir el triunfo de la mujer en el aquí y ahora. Al hilo de la primacía de la libertad de la mujer se muestra un desnudo integral, chocante y poco perentorio, que además indica hasta qué punto se van derribando corsés en el flamenco.
También destaca en el espectáculo la idea-fuerza de la unión del grupo (Amazonas se basa fundamentalmente en coreografías de grupos, incluso los números individuales se arropan con acciones colectivas). Las coreografías no son demasiado exigentes desde el punto de vista técnico; incluso, Rosario Toledo muestra un sorprendente encorsetamiento en sus números personales, quizá autoimpuesto en pro de una performance colectiva más homogénea.
La escenografía es austera por lo que destaca la hilera de tambores en el fondo y las dos hileras de cilindros, que suponen –ambos- los límites del espacio de libertad femenina. Los tambores y cilindros poseen una simbología de género y representan al varón. En el otro lado de esa frontera está el hombre, necesario para la procreación y nada más (entre las columnas se ubica el único hombre presente en la performance, el guitarrista José Manuel León). La austeridad escénica se prolonga con el tono de la ambientación, casi monocromático en ocre rojizo, que desdibuja las figuras femeninas y contrasta con el brillo de los bastidores de los tambores.
El grupo de actrices es heterogéneo en sus cualidades para un espectáculo que hibrida tres géneros con exigencias particulares: teatro, danza y música; lo que implica que no se puede esperar la perfección en la performance y que en el diseño de la ejecución se ha tenido en cuenta esa particularidad. Es en la declamación actoral donde más se nota la dificultad de compatibilizar esas tres disciplinas. La recepción de esa declamación diletante viene suavizada en parte por la frecuencia con que se recurre al poderoso recitado en grupo, expresado en el supuesto idioma primigenio de las amazonas. De facto, la combinación de un texto libre sobre las diferentes versiones de la historia de las amazonas y el texto ininteligible para el público no facilita precisamente el seguimiento del relato, pero es suficiente con la claridad narrativa de los números coreográficos, del que se percibió con nitidez el mensaje explícito y enfático de la ansiada e inacabada toma del poder por la mujer. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz 2018
‘Amazonas’. Compañía AndanZas.
Juana Casado, dirección escénica. Rosario Toledo, dirección de coreografía y bailaora principal. José Manuel León, música y guitarra. Dominique You, escenografía e iluminación.