CRÍTICA. Un espectador despistado, quiero decir sin información previa sobre la versión de Fuenteovejuna de Pepa Gamboa o que se atuviese en su elección por la información oficial: “Dirigida por Pepa Gamboa, esta producción pionera, aclamada por la crítica, del clásico español ‘Fuenteovejuna’, está interpretada por mujeres gitanas de uno de los barrios marginales más antiguos de Sevilla y de Europa. Un ejemplo patente del poder del teatro para superar las barreras sociales”, quedará desconcertado por esta puesta en escena del clásico de Lope de Vega.
¿Versión? ¿Adaptación? No encuentro una palabra que defina bien qué es. Desde luego, no se engaña cuando se destaca el valor de la producción, ni el impacto que produce el espectador algunos aspectos de la Fuenteovejuna (Pepa Gamboa); pero compararla con el gran dramaturgo del siglo de oro parece excesivo. Ni siquiera es una “variación sobre el tema” porque discúlpeme quien corresponda, la lectura se interesa sobre los aspectos que van al hilo para la interpretación de intenciones y objetivos de la pieza original.
La directora explica la elección por ser la primera obra del teatro español en la que se rebela la mujer, mientras que en general se pone énfasis en el mensaje de levantamiento contra el poder como aspectos sustanciales de la pieza de Lope de Vega. Y según afirma Antonio Álamo, responsable de la dramaturgia: “Es Fuenteovejuna, de Lope de Vega, a la que el descarnado triunfo de las desigualdades sociales ha concedido una vigencia desbordante, en calidad de enorme alegoría sobre el derecho de la ciudadanía a denunciar y combatir la injusticia del que dan cuenta tantas voluntades a pesar de los tiempos». Si se tiene en cuenta el empoderamiento del pueblo, de la mujer en particular, como sustancia de la producción puede ayudar a comprender el desmoche de los versos lopeveguianos.
A mi criterio, es la valoración de algunos elementos que concurren en esta puesta en escena los que dan brillo y sentido a la alabanza mediática. Por encima de todo, La capacidad transformadora del teatro, puesta en práctica en un barrio de Sevilla singular y marginal, El Vacie. Mujeres gitanas no solo interpretan sus papeles en la obra, también han colaborado en la configuración de los diálogos, siguiendo una técnica que Antonio Álamo define como dramaturgia a pie de escena. El resultado y la escenografía inciden en la mirada idiosincrática de la comunidad gitana de la dramaturgia, que se desarrolla en una suerte de asentamiento gitano rodeado por montones de trapos, una impactante muestra de art-brut, que se convierte en marco perfecto para el desarrollo de la dramaturgia que a modo de patchwork integra coreografías, cantos y baile y una escena de mercadillo tipo “piojito –simpática en la forma, horrible en el tratamiento del personaje masculino, reflejo del espíritu que impregna el libreto de Antonio Álamo y sus colaboradoras.
Fuenteovejuna de Pepa Gamboa funciona mejor como espectáculo; las digresiones musicales y coreográficas tienen casi tanto peso como lo estrictamente dramatúrgico, en el que se ha de valorar la naturalidad, espontaneidad y personalidad de las interpretaciones de las actrices. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz 2017
‘Fuenteovejuna’
Elenco Rocío Montero Maya, Lole del Campo Díaz, Carina Ramírez Montero, Sandra Ramírez Montero, Ana Jiménez, Pilar Ramírez, Rocío Rivasflores, Beatriz Ortega Chamorro, David Montero. Dirección Pepa Gamboa; Dramaturgia Antonio Álamo; Diseño de espacio escénico Antonio Marín; Vestuario Maite Álvarez; Iluminación Alejandro Conesa; Sonido Emilio Morales.
Lugar y día: Gran Teatro Falla de Cádiz, 20 de octubre de 2017. Asistencia: Casi lleno.