CRÍTICA. Contraescena fija la atención en la vida de las artistas dentro de los camerinos. “En la intimidad de los camerinos deberán resolver sus problemas, el cuidado de los hijos a distancia, los desencuentros amorosos, la falta de un hogar fijo, la convivencia pacífica, el miedo a envejecer y, sobre todo, sostener la categoría de mujeres exitosas en un mundo dominado por hombres”. Los camerinos “son el telón de fondo de la historia”.
Los camerinos de los artistas, las estaciones por donde cruzan de un sitio para otro, las habitaciones de los hoteles, son no lugares, sitios de paso, impersonales, imperfectos… Pero en ellos transcurre una parte importante del tiempo de los artistas; en los camerinos deben cortar con todo –familia, preocupaciones, amores- para dedicarse al público, ese ser egoísta y cruel que abandona a los artistas en cuanto no sirvan a su interés. El público mantiene al dedo pulgar siempre en la duda, arriba para sostenerlos, abajo para destruir finalmente a los artistas. ¿Qué pasará con The funamviolistas? Desde que lanzaron su forma de entender el espectáculo han conseguido centrar la atención del público hacia ellas y en sus propuestas, cada vez más divertidas. Están en la idea…
Las Funamviolistas ensamblan música con humor sin palabras. Cuentan una historia intercalando o acompañándose de piezas musicales reconocibles por el público e intentando divertir. Desde el punto de vista musical no se plantean muchas exigencias, en un espectáculo marcadamente musical. Tampoco se limitan a la producción instrumental de la que son expertas –violín, viola, contrabajo-, apostando por interpretar canciones como solistas o ensambladas en conjunto vocal con un resultado más que digno.
Sin embargo, el punto fuerte de Contraescena es el humor. Comparando con su anterior espectáculo, Contraescena es situacionalmente más complejo, incluye una ambientación escénica más rica y variada y, sobre todo, contiene mayor dosis de humor. Mucho humor. La vis cómica no es pareja en el trío, pero saben repartirse con sentido los roles para uniformar la participación de las tres en carcajadas del público -que fluyen rápidamente desde el inicio, por cierto, quizás en el primer cuarto del espectáculo con mayor espontaneidad y frecuencia-.
Nos pareció, sin embargo, que no todo funcionó como se esperaba, en especial la secuencia del tren -o algo así-, que no terminó de disfrutarse… o entenderse. Magnifica la secuencia del teléfono con el aporte de músicas del mundo, en los primeros compases del espectáculo; apuntamos no obstante un déjà vu en secuencia similar en tono lacrimógeno, ya avanzada la acción, y ni fu ni fa en la del taxi aunque mantiene el tipo. El resto, con altibajos, más o menos como se esperaba de ellas. Muy divertidas las secuencias finales, rematando una estupenda velada.
El mérito de las Funamviolistas es que han mejorado su propuesta y que funcione Contraescena aún mejor que en su primera espectáculo; aunque uno tiene la sensación de que la colaboración de expertos en el diseño de los gags para Funamviolistas se hace imprescindible (En Contraescena, Osqui Guzmán y Leticia González de Lellis aportan dramaturgia y dirección).
Uno está en la idea…, hasta cuando no está. Quiero decir hasta que debajo de los pies ya no encuentren punto seguro donde asegurarse. Confiemos en que durante años para The funamviolistas pisen seguras y valientes en este hilo de alambre del espectáculo. Mientras tanto, ¡a disfrutar! DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz 2017
‘Contraescena’.
Dirección, Osqui Guzmán y Leticia González de Lellis. Dramaturgia: Osqui Guzmán, Leticia González de Lellis, Ana Hernández, Mayte Olmedilla, Lila Horovitz. Diseño de espacio sonoro, Sergio Casanova. Diseño de iluminación, Miguel Camacho. Diseño de vestuario, Lorenzo Caprile. Diseño de escenografía Amaya Cortaire y Elena C.Galindo. Arreglos, y dirección musical The funamviolistas. Reparto: violín y voz, Ana Hernández; viola y voz, Mayte Olmedilla; contrabajo y voz, Lila Horovitz.
Lugar y día: Gran Teatro Falla, 22 de octubre de 2017. Asistencia: lleno.