CRÍTICA. No puedo evitar la comparación de esta obra con Edipo, la obra representada por la misma compañía, también en el FIT de Cádiz. Recuerdo que hace dos años exponía, en mi reseña sobre la representación de Edipo por la Companhia do Chapitô, que “la función es una gozada como espectáculo; sin atrezo, solo expresión corporal, gestual y declamación”. Con Electra podría reproducir lo mismo, recalcando la recurrencia de estilo y también la mimética reacción del público. ¿Una simple repetición de exitosa fórmula? En todo caso, si tienes éxito como ocurrió con Electra, ¿para qué cambiar?
Con su versión de Electra, la Companhia do Chapitô cambia de tema y aparentemente poco más. Solo es apariencia. En general, la puesta en escena de Electra es más elaborada que la de Edipo, evitando la simple acomodación gestual sobre un relato elaborado con otra historia mitológica. La comparación evidencia asimismo un desarrollo menos trepidante, más corto e inteligible –también inteligente-, aunque menos hilarante que en el de Edipo. Nos cuenta que el rey Agamenón participa en la guerra de Troya para liberar a su hija Helena y sacrifica a su hija Ifigenia para conseguir el favor de los dioses. Agamenón regresa al cabo de diez años y su esposa Clitemnestra, junto con su amante Egisto, lo asesinan, usurpando su poder. El regreso de Orestes, hermano de Electra, permite que ambos tomen venganza, matando a Egisto y a su propia madre.
Aunque mantienen como característica de su forma de hacer teatro la ausencia de decorados, la desnudez escénica de Edipo viene atenuada en este caso por una virtual alfombra de cucharas en el suelo. Las cucharas tienen enorme importancia en la puesta en escena. Sirven para denotar la connotación sexual en los comportamientos y decisiones de los protagonistas, cuando rige el doble sentido de comer con el placer y la comida con la sexualidad. También se usa para conformar el ambiente escénico o acentuar determinados estados de ánimo. Otros usos necesarios o divertidos –armas, flores, orejas de perro…- tienen su culminación en la forma en que favorece la determinación de los personajes que se interrelacionan en momentos del relato. Es una forma ingeniosa de resolver la dificultad que implica la interpretación simultánea de varios personajes por el mismo autor. La colocación y disposición de la cuchara identifica el rol interpretado, en cada caso. Jorge Cruz interpreta a Agamenón, Orestes, y a Chuchopolo -un personaje singular-, Tiago Viegas recarga la interpretación cómica de tres personajes Egisto, Ifigenia y Aquiles, y Nádia Ramos funde en uno -la interpretación es casi idéntica- los papeles de Electra y Clitemnestra.
Electra no solo es la lectura en clave de comedia de un drama, es una transformación total de la tragedia en una pieza cómica, con todas sus consecuencias. Uno de los exponentes de esa transformación es la introducción del Chuchopolo, perro agresivo convertido en personaje principal por mor de las risas que consigue arrancar. El relato se desgrasa de componentes dramáticos hasta dudar uno hacia qué público va dirigida esta obra de humor. La ley de la guerra, la forma cruel en que se utiliza el poder y los complós criminales para conseguir el poder a toda costa se banalizan hasta construir otro espacio emocional: las bromas con el estertor de un rey degollado, el exceso gestual de Egisto acuchillado sin piedad con simples cucharas,… Las burlas alcanzan otros órdenes dramáticos, sobre todo al que afecta a la historicidad de la narración. Chanzas sobre la familia desestructurada, la ignorancia supina del nombre de la ausente tercera hermana (Crisotemis), el deficiente rigor histórico en la narración son otros apuntes en esa dirección, que se perfila aún más con la inclusión en el diálogo de morcillas extranarrativas , como ese insuperable Chucho Polo, la respuesta a la repetida pregunta “¿Qué plato se come frío en Grecia?”, totalmente despistada e inapropiada en un contexto de venganza, o el esplendoroso y divertido sirtaki final. Humor por el humor, no está nada mal.
De nuevo, un detalle nada desdeñable. Como ocurrió con Electra, Companhia de Chapitô representa la obra en un perfecto castellano. ¡Muchas gracias! DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz 2017
‘Electra’. Companhia do Chapitô.
Dirección Artística, José Carlos Garcia & Cláudia Novoa; Interpretación: Jorge Cruz, Nádia Santos, Tiago Viegas; Vestuario, Glória Mendes; Dirección Técnica, David Gonçalo Florentino; Texto en castellano, María Guerrero y César Arias.
Lugar y día: Teatro de Títeres La Tía Norica, 26 de octubre de 2017.