CRÍTICA. El Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz nos proporcionó una muestra paradigmática de innovación, con el flamenco como elemento de trabajo, NS/NC de Jorge Barroso ‘Bifu’; una obra que resulta difícil de encasillar en algunas de las categorías artísticas habituales. Para la recepción –y disfrute- de un espectáculo como NS/NC precisa desembarazarse uno de las propias ataduras culturales, lo que requiere un considerable esfuerzo mental y mucha disposición de ánimo. Más fácil resulta, quizás, entender el espectáculo: si desde un punto de vista postmoderno, la obra artística (sólo) es representativa del autor, disponemos de referencias suficientes en la función para deducir las querencias y el mundo que le es propio al autor. Circo, performance y flamenco son los cimientos esenciales de la elaboración del espectáculo, que amalgama diferentes influencias y orienta en distintas direcciones su desarrollo con ciertas dosis de oportunismo y, sobre todo, mucha imaginación.
Acudir a fuentes referenciales tan dispares puede producir desconcierto en el espectador no advertido del hilo conductor del relato NS/NC (no sabe, no contesta) –un relato difuso y no tan evidente por los aditamentos con que se cubre–: el metafórico viaje desde la vida a la muerte, que se inicia con las incómodas vivencias dentro de un armario, donde baile y cante flamencos se acotan física y estéticamente por el reducido espacio donde se mueve la bailaora Yasaray Rodríguez y canta Rosa de Algeciras.
Cada cuadro tiene su correspondiente accesorios prop que proporciona un punto de vista central en la colorida ambientación, de influencias dalinianas, del espectáculo; como la bola-luna que engarza la narración en la transición de niñez a juventud, o el original barco a palas con ruedas formadas con guitarras.
Desprendiéndose del alto valor simbólico de la puesta en escena de los cuadros en que se divide la obra, queda la música de flamenco, originalmente encorsetada en forma e interpretación simplificándola a una voz solista –volumen excesivo, dicho sea de paso– sin los melismas habituales de la sonanta. Con el tipo y uso instrumental de las bandas callejeras o circenses, las sencillas melodías de una trompeta y los acordes mantenidos del acordeón se usan para sostener el pulso a los palos de flamenco, alguno tan comprometido como la seguiriya. Hay que añadir las alusiones musicales a la música cíngara del Este de Europa para anotar la audacia de planteamientos y el alcance en la transformación que se proponen.
Me dio la impresión que los números cómico-circenses adicionales tuvieron menos efectos que el esperado, y deseado, por el grupo; a mi parecer, porque algunos repiten gags ya conocidos –el perro invisible, entre ellos– y porque la audacia en las formas tiene poca eficacia en la risa. Un simpático y previsible gag con el eco como personaje alternativo del clown fue el máximo exponente de los intermezzos humorísticos, destinados a servir de nexos de unión entre cuadros y como aliviadores de tensión emocional. En contrapartida y como norma general, las rupturas-descanso afectaron a la coherencia del discurso narrativo.
Hay momentos de gran altura en la escenificación de la obra; personalmente, me impactó la escena final –probablemente la más ruda en cuanto a colorido y presentación– cuando la tarima sobre la que se baila la seguiriya final, se deshace poco a poco, reduciendo el campo de acción de la bailaora –como al inicio del espectáculo– hasta desvanecerse definitivamente. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
Festival Iberoamericano de Teatro (FIT) de Cádiz 2016.
‘NS / NC’ de Jorge Barroso ‘Bifu’.
Yasaray Rodríguez, baile. Rosa de Algeciras, cante. Rafael Campos, Antonio Campos y Rafael Rivera, músicos. Antonio Campos, música. Jorge Barroso, escenografía. Yasaray Rodríguez y Asunción Pérez ‘Choni’, coreografía.
Lugar y día: Gran Teatro Falla de Cádiz, 23 de octubre de 2016. Asistencia: tres cuartos de aforo.
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