CRÍTICA. El aprendizaje de la vida y obras de Shakespeare es de obligado y universal cumplimiento en estos momentos. A la imperiosa necesidad han contribuido la plataforma mundial de difusión mediática, cine y televisión, y que el idioma inglés funcione como lingua franca en la práctica. Obviando que algunos se acercan a las creaciones shakesperianas movidos más por esnobismo y lustre personal que por interés literario, sin duda es, más que recomendable, exigible el conocimiento en profundidad de Shakespeare. El dramaturgo inglés es insuperable en muchos aspectos como poeta y como un extraordinario creador de arquetipos de las pasiones humanas, que describe en sus piezas teatrales con precisión, habilidad en el lenguaje y excelencia en los recursos dramáticos.
Como en otros tantos campos artísticos, actualmente hay quienes propugnan la necesidad de adaptar las obras de la literatura universal a un lenguaje más moderno y situarlas en contexto para que puedan ser entendidas (mejor) por las nuevas generaciones. Hemos tenido ejemplos recientes con El Quijote de Cervantes, buscando con su adecuación que el anacronismo inherente a los cinco siglos que han pasado desde su creación no invalide el benéfico efecto del conocimiento de esta obra.
Lo mismo ocurre con otros autores. Algo de un tal Shakespeare es uno de tantos proyectos orientados a la difusión del gran bardo y de sus principales creaciones. De entre ellas, la compañía mexicana Los Tristes Tigres selecciona Romeo y Julieta, Macbeth y Tito Andrónico para el divertimento didáctico puesto en escena, que se desarrolla en una cocina llena de cachivaches, frutas, verduras y hortalizas, manejada por una singular pareja de cocineros.
De la primera obra Los Tristes Tigres realiza una simpática y original versión con los personajes representados por frutas y verduras; la adaptación brilla con luz propia por la lúcida sencillez de las explicaciones y el acierto en el tono juvenil empleado, con tics propios de dicho público y alusiones al mundo del cómic. Los espectadores se divierten de lo lindo con el dúo de intérpretes relatando a su manera, con un preocupante punto de banalización, la archiconocida historia de Romeo y Julieta.
Las otras dos piezas, sin embargo, reproducen defectos ya detectados en algunos intentos de adaptación a los tiempos actuales: simplificación y tergiversación de la narración dramática. La versión de Los Tristes Tigres de Macbeth y Tito Andrónico se quedan con lo anecdótico de cada obra, mostrando de manera superficial y ligera tanto la historia como a los personajes. En este Macbeth, por ejemplo, no hay rastro de los principales temas de la tragedia, tales como la ambición, la traición, el sentimiento de culpa, el trastorno mental de Macbeth y sus visiones, el papel catalizador de Lady Macbeth para la traición de su marido; de tal forma que la simplificación excesiva transforma esta magnífica obra de Shakespeare en una ramplona historia de batallas entre buenos y malos. Con Tito Andrónico se recurre al chiste fácil y a la comicidad paródica de cómo moverse y actuar con miembros amputados, transformando así el espíritu de la obra más violenta escrita por Shakespeare. Tomando préstamos culinarios, no se alcanza en ambas piezas el punto adecuado de cocción.
El resultado de no encontrar el punto justo en la adaptación y actualización de las obras es que, al contrario de la estupenda primera parte de Algo de un tal Shakespeare con el impresionante efecto del travestismo verdulero de los enamorados de Verona, el público se entretiene en el resto de la función sólo a golpes de inesperados gags y golpes de humor, que se convierten en la única forma con la que el espectador mantiene su interés por la narración. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
Festival Iberoamericano de Teatro (FIT) de Cádiz 2016.
‘Algo de un tal Shakespeare’ de Los Tristes Tigres.
Dramaturgia, dirección y escenografía: Adrián Vázquez. Actores: Sara Pinet y Adrián Vázquez. Iluminación: Álvaro Zúñiga y Adrián Vázquez.
Lugar y día: Teatro del Títere La tía Norica de Cádiz, 25 de octubre de 2016. Asistencia: lleno.
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