CRÍTICA. El teatro es esférico; completo, complejo y variado, podría pensarse; también una bola de cristal con la que, de manera casi mágica, se exploran otros mundos, o los mismos conocidos con un prisma diferente, o a nosotros mismos pero con otra mirada. Édipo (Companhia do Chapitô), Las ideas de Federico León y El grito en el cielo (La Zaranda), tres obras representadas en el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz testifican la esfericidad de la dramaturgia.
Todas ellas comparten intenciones: humor –aunque en El grito sea humor negro– y excitar la capacidad de pensar de los espectadores. Además, contienen el punto de genialidad que las hacen diferentes, únicas.
Pero Édipo es una parodia del relato mitológico homónimo. De facto, Companhia do Chapiô elimina de raíz la catarsis como objetivo de la tragedia; como explicaba Aristóteles: la purificación –corporal, mental y espiritual– de los espectadores mediante la experiencia dramática. Nada de eso, Édipo en la versión de la compañía portuguesa –¡chapó! por representarla en español– tiene el corte de los cuentos infantiles: instructivos, amenos, pero de un reduccionismo atroz con la cuasi-trilogía de Sófocles. Sin embargo, la función es una gozada como espectáculo; sin atrezzo, solo expresión corporal, gestual y declamación. Inteligente versión –a su estilo–, divertida y entretenida.
Federico León ofrece una interesante propuesta en Las ideas. El programa de mano es sumamente descriptivo con lo que ocurre en el escenario: Un artista y su colaborador trabajan desarrollando diferentes proyectos artísticos, sobre una mesa de ping-pong desordenada que utilizan como mesa de trabajo. Allí también se proyecta el escritorio de un ordenador; así, el espectador ve registros de ensayos, material de otros proyectos en diferentes estadios creativos, ideas para futuras obras, ideas creadas en vivo –la obra tiene visos de performance–, incluso las que se descartaron y se tiraron a la papelera del ordenador. El juego del ping-pong se convierte así en una metáfora del intercambio de ideas y teorías.
Interesante propuesta que reflexiona sobre realidad y ficción, o del engaño posible de ambas en la mente humana, sobre la simulación de realidades, por ejemplo la del propio actor –“ellos son ellos pero al mismo tiempo hacen de sí mismos en la obra”–; y sobre los procesos encadenados de creación y maestría-aprendizaje que provocan un escalonamiento que simula la realidad irreal de las escaleras de Escher.
La crítica al sistema es el objetivo principal de El grito en el cielo que trata de unos ancianos “depositados como órganos deteriorados en un geriátrico, sin más esperanza que la sedación paliativa que los desintegre en la nada”. Zaranda entiende que los procesos físicos –tratamientos, rehabilitación y terapias– no pueden abolir la capacidad de los internos para soñar y recuperar la fe como dimensión humana. Realmente, los ancianos no temen la muerte, sino que los maten. Por eso deciden “vivir en la intemperie del alma”. De ahí el viaje que emprenden algunos para conseguir la libertad perdida, que tendrá un final inesperado.
La obra se desenvuelve a ritmo pausado –identificado con el ritmo propio de los ancianos–, generalmente en una atmósfera esperpéntica -con contrastes rayanos en la violencia plástica–, y apoyada en una sencilla escenografía representativa –jaulas=cárcel, por ejemplo–. Remata con un alegórico final, ciertamente emotivo y poético. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DE LOS ESPECTÁCULOS:
‘Édipo’ (Creación colectiva). Companhia do Chapitô. Reparto: Jorge Cruz, Nádia Santos, Tiago Vegas. Lugar y día: Teatro de Titeres La tia Norica de Cádiz, 20 de octubre de 2015. Asistencia: lleno.
‘Las ideas’. Federico León, texto y dirección. Reparto: Federico León y Julián Tello. Escenografía: Ariel Vaccaro. Sonido y luces: Diego Vainer. Lugar y día: Sala Central Lechera de Cádiz, 21 de octubre de 2015. Asistencia: lleno.
‘El grito en el cielo’. La Zaranda. -Teatro Inestable de Andalucía La Baja-. Texto e Iluminación: Eusebio Calonge. Espacio escénico y dirección: Paco de la Zaranda. Reparto: Celia Bermejo, Iosune Onraita, Gaspar Campuzano, Enrique Bustos y Francisco Sánchez. Lugar y día: Gran Teatro Falla de Cádiz, 22 de octubre de 2015. Asistencia: lleno.
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