CRÍTICA. Shakespeare es un referente en el tratamiento teatral de las pasiones humanas. El dramaturgo inglés creó arquetipos que se ha mantenido a lo lardo de cinco siglos. Sin embargo, la actitud de los autores contemporáneos parece cuestionar los modelos de referencia y proponen una revisión desde el respeto al autor de obras inmortales, como Romeo y Julieta.
El trabajo de Diego Aramburo profundiza en la estrategia de adaptación de los textos shakesperianos a la realidad social actual. En concreto, a la boliviana. En relación con el arquetipo del amor, Romeo y Julieta, tan alabado por los románticos, se pregunta: “¿Cómo es el amor actualmente? ¿Cómo son los adolescentes de nuestros días?”. Asume Aramburo que el amor desgraciado se mantiene incólume a lo largo de la historia, pero no así el carácter de los protagonistas, ni la forma en que viven sus amores. De ahí que propugne un cambio de perspectiva y no solo una adaptación de contexto en el tratamiento de la historia de los dos amantes.
Su propuesta incide en el trasfondo social de los dos jóvenes, no tan inocentes como sus referentes del renacimiento, y mucho más realista y corporal en la manifestación de sus amores. Una propuesta que obliga en cierta forma a la participación del público, y exige de su posicionamiento personal ante la historia. La razón es que “el teatro es una suma de visiones: la del autor, la del director, la del actor, la del equipo y, finalmente, la del espectador”, asegura Aramburo.
Una vez formulado los propósitos y los motivos que los fundamentan, la experiencia vivida en la sala Central Lechera matiza de alguna forma la bondad del proyecto. La división del público en dos mitades -a un lado hombres, y al otro mujeres- es original y tiene sus aportes, como la diferente recepción del mensaje y el cambio dramático, voz, texto y expresión corporal, según se dirija a un público u otro. Ahora bien, la mezcolanza textual, en la que interviene el propio Aramburo con su adaptación, proporciona un ritmo irregular a la declamación, excesivamente enfática en la oratoria. No solo es una adaptación textual al lenguaje y situaciones contemporáneas, ahora el protagonismo recae sobre todo en Julieta, es una historia contada desde dentro, de la que desaparecen las familias Montescos y Capuletos, eliminando un motivo esencial en la tragedia shakesperiana para motivar la oposición al amor de los dos jóvenes.
El realismo aportado por la revisión origina situaciones muy teatrales, aunque se antoja excesivo. El público, sobre todo femenino, reacciona con disgusto a las escenas tipo gore y la indelicada muestra de estimulación sexual. Son toques de provocación, ciertamente transgresoras del lenguaje teatral al uso, pero la falta de insinuación distrae la atención en una obra que requiere prestar rigurosa atención al discurso textual.
Hay recursos significativos e impactantes en la puesta en escena de esta obra. Digno de mención es la ambientación musical que proporciona la interpretación en directo de una chelista, aunque no tanto las canciones interpretadas en directo por la protagonista. Pero por su significado, es preciso destacar la ambientación escénica. De entrada, el escenario se sitúa en el centro de la sala, a ambos lados el público; un escenario de color blanco, como toda ella, Julieta, con el simbolismo de inocencia y pureza que luego quedan desmitificados por la actitud y el significado real de otros blancos, polvo y leche, no tan puros ni inocentes como parecían. En oposición, la figura de Diego-Romeo se refuerza en negro, frío y cruel, distanciándose de la acción tanto con su papel como narrador, como en su irrupción en escena para acompañar a Julieta en la muerte. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
XXX Festival de Teatro Iberoamericano de Cádiz.
ROMEO & JULIETA DE ARAMBURO. Diego Aramburo, traducción y adaptación de texto, dirección, vestuario, iluminación, puesta en escena y concepción espacia, interpretación (Romeo). Camila Rocha, coreografía e interpretación. Ariana Stambuk, cello.
Lugar y día: Sala Central Lechera de Cádiz, 24 de octubre de 2014. Asistencia: lleno.