CRÍTICA. El concierto de apertura del decimotercer Festival de Música Española de Cádiz inició un nuevo formato, diseñado para que el festival tenga mayor realce favorecido por la asistencia del público en tres fines de semana diferentes. Habrá que comprobarlo, pero al menos en el primero tuvo una buena acogida, acercándose a los tres cuartos de entrada del espacioso auditorio del Palacio de Congresos. También, el nuevo formato se acompaña con el énfasis dado a la aportación del flamenco, como marca de la casa; un peso específico elevado en relación con el concepto habitual de este festival como espejo de la música en su variante clásica.
Hay otras señas de identidad del FMEC, que tendremos ocasión de destacar, pero ahora interesa remarcar el objetivo decidido por la recuperación del patrimonio musical español; en un sentido laxo y amplio, si se me permite.
El programa ofrecido en la primera sesión tiene esa virtud, por encima de todas: dar a conocer parte de la obra de a un músico relevante en la corte de Nápoles, entonces bajo la monarquía española, que pasó al servicio de Felipe V, Fernando VI y Carlos III, sucesivamente. De Corselli se ofrecieron algunas cantadas sacras y sonatas, prestando su voz para el lucimiento de las obras vocales la soprano burgalesa, Alicia Amo.
Música Boscareccia es un ensamble musical variable, formado por un núcleo básico –con la soprano Alicia Amo y bajo la dirección del violinista Andoni Armero–, complementado en esta ocasión con algunos solistas de la Orquesta Barroca de Sevilla. Música Boscareccia se dedica a la interpretación del repertorio camerístico de los siglos XVII y XVIII. De conformidad con los objetivos propios del Festival de Música Española de Cádiz, el programa se dedicó en exclusiva a Francisco Corselli, músico que se instaló en la corte española de la mano de Farinelli y cuya actividad se desarrolló en la parte central del siglo XVIII.
Fue un concierto en el que los músicos se acomodaron a una sala espléndida aunque engullidora de matices y tímbricas; pero que se crecieron en su interpretación conforme avanzó el programa. Anotamos, no obstante, que el público comenzó muy aplaudidor, indebidamente en algunos casos, y terminó con una frialdad impropia de estos lares e injusta con la actuación del grupo. Cerró el concierto una breve despedida cuyo entusiasmo no forzó, parece que no se deseara, una propina que hubiera sido más que merecida.
Hubiera bastado valorar en su justa medida el trabajo individual de los músicos, lucidos por necesidad en los papeles solistas elaborados por el maestro de la Real Capilla –no siempre sujetos a su papel de duplicación de la línea vocal- ; pero también valorar el trabajo grupal, con un acompañamiento en el bajo continuo de los que pasan desapercibidos por la extraña perfección de su empaste. Todos ellos supeditados en las cantadas a los poderosos pasajes líricos de la cantante, expuestos con entusiasmo y adecuado manejo de la carga emotiva de las arias por la soprano, una voz fresca e interesante, aunque algo desequilibrada en los sobreagudos.
Me sorprendió la respuesta del público, no entusiasmado particularmente con el programa ofrecido resuelto con gusto y carácter propio, en el que Alicia Amo contribuyó con su arrolladora personalidad. Aún más, si se adorna con la magnífica interpretación del conjunto en la pieza Oh ¡qué suerte, mi Dios! que nos puso a todos en vilo y con el corazón en un puño al escuchar su inspirada versión de los arabescos melódicos del Aria. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL CONCIERTO:
XIII Festival de Música Española de Cádiz.
Música Boscareccia / Solistas de la Orquesta Barroca de Sevilla: Alicia Amo, soprano. Andoni Mercero, violín y dirección. Kepa Artetxe, violín. Mercedes Ruiz, cello. Juan Carlos de Múlder, archilaúd y guitarra. Carlos García-Bernalt, clave y órgano. Programa: Cantadas sacras y sonatas de Francisco Corselli (1705-1778): Dulze acento, voz canora (Cantada al Santísimo para soprano, dos violines y bajo continuo) / Sonata para violín y bajo en re menor, 1765 / Oh, ¡qué suerte, mi Dios! (Cantada al Santísimo para soprano, dos violines y bajo continuo) – Sonata para violín y bajo en Re mayor, 1776 / Si aquel Monarca de Israel (Cantada al Santísimo para soprano, dos violines y bajo continuo).
Lugar y día: Auditorio del Palacio de Congresos de Cádiz, 13 de noviembre de 2015. Asistencia: Más de la mitad del aforo.
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