CRÍTICA. Siempre me ha llamado la atención en Paula Coronas la impresión que deja en sus conciertos, por detalles tan sencillos como dirigirse al público, hablarle, y explicar con la pasión de quien vive su propia creación, el repertorio que va a interpretar. Y de paso, pregonar su alegría por retornar a Cádiz, y más aún, su agradecimiento a este Festival de Música Española que le tiene como uno de los intérpretes favoritos. Quizá no debiera remarcar esta observación en primer lugar, antes incluso de señalar los aspectos relevantes de su actuación como pianista; pero por encima de todo, incluso en la música, están las emociones y quien a través de sus palabras y gestos contribuyen que el concierto sea algo más que música, merece destacarse y alabarlo.
También, que aun siendo Paula Coronas una pianista de conciertos confiable, merece los mayores elogios su trabajo de investigación musical, sobre creadores andaluces y malagueños especialmente. Por ese motivo, Paula Coronas ha sido distinguida este año con el Premio Andalucía en reconocimiento a su dedicación a la música española, andaluza y, en razón de sus propias raíces, malagueña.
Sea como fuere, el público presente en el Salón del Claustro de la Diputación de Cádiz –muy numeroso si atenemos eventos parecidos anteriores- correspondió respondió afectuosamente a la dedicatoria de la pianista y sus emotivas palabras; y luego, a su intenso y prolijo concierto.
El concierto estuvo dividido en dos partes; en la primera, titulada Mirada al Sur, se interpretaron piezas de los compositores españoles que tomaron Andalucía como punto de referencia musical, tales como Isaac Albéniz, Manuel de Falla y Joaquín Rodrigo. Una primera parte que comenzó con un vigor exultante y dominado por una articulación muy marcada de piezas que ya tienen énfasis rítmico suficiente en las propias melodías, inspiradas en aires andaluces. De ahí que fuesen la incomparable Barcarola de Albéniz y los dulces arabescos de la Noche en el Guadalquivir las piezas que evitaran ser subsumidas en ese arrebatador y percusivo modo de entender las obras.
Percibí un mayor sosiego en la música de la segunda parte, en la que interpretó Paula Corona piezas de su disco Raíces. Un toque más natural y ligado, junto con el lirismo de piezas como Soñando de José Cabas Quiles o Tánger de Joaquín González Palomares nos transportó a otra dimensión de apreciación, todo a pesar de la reiteración de motivos andaluces presentes en el repertorio ejecutado, pero que se sitúan fuera del repertorio pianístico habitual, incluso de intérpretes españoles. Paula Coronas remató esta entretenida segunda parte con un magnífico y espídico toque en los arabescos melódicos de la Rapsodia andaluza de Ocón.
Finalmente, se despidió la inagotable Paula Coronas con dos bises muy significativos: Fandango del molino del malagueño Emilio Lehmberg y una pieza de Alba de los Caminos , una obra de Antón García Abril, dedicada por el compositor a la propia Paula Coronas, que ha sido –y es– la gran promotora de su producción pianística. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL CONCIERTO:
XIII Festival de Música Española de Cádiz
Paula Coronas, piano. Programa: I) Mirada al sur Isaac Albéniz, Suite española (selección) y Mallorca (barcarola). Manuel de Falla, Andaluza (de Piezas Españolas) Joaquín Rodrigo, Tres evocaciones (tarde en el parque- noche en el Guadalquivir – mañana en Triana) II) José Cabas Quiles, Soñando. Joaquín González Palomares, Tánger. Rafael Mitjana, Seguidilla. Emilio Lehmberg Ruiz, Suite Málaga. Eduardo Ocón, Rapsodia Andaluza Op. 9.
Lugar y día: Salón del Claustro de la Diputación de Cádiz, 15 de noviembre de 2015. Asistencia: tres cuartos de aforo.
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