CRÍTICA. El primer concierto sabatino del XIII Festival de Música Española de Cádiz ‘dividido a trozos’, se dedicó al Taller de mujeres compositoras –españolas–, una marca distintiva de este festival, que reivindica la creatividad de la mujer y el apoyo –aún necesario– para que su papel en la música clásica sea visible.
Según la norma autoimpuesta para el grupo de compositoras de fijar plantilla y/o tema central para sus piezas, la convocatoria obligaba a que las obras tuvieran que estar dedicadas a la mujer, o a ‘una’, a elección de cada una, dando forma a un programa titulado Ellas x ellas. Bien por el motivo, bien por la importancia en aumento de esta sección del FMEC, la ejecución de las obras estuvo arropada tanto por la plantilla instrumental, orquesta al completo de forma inusual, como por la presencia de un gran ramillete de compositoras, trece en concreto, que dieron color, bouquet y pasión –y algo más, si el programa de mano se hubiera detenido en el detalle de sus composiciones– a la segunda sesión del Festival.
Hay quien ha querido personalizar esas dedicatorias, como Pilar Jurado cuya composición está dedicada a una Pilar Bueno Ibáñez, hermana de su abuela y una de las 13 rosas que fueron asesinadas tras la Guerra Civil. O a la obra de una poetisa como María Cinta Montagut, en cuyos Poemas para un siglo se inspira Levi Bofill para componer la primera parte de una obra para orquesta, aún por completar. Las variantes dedicatorias incluyen alusiones a los ‘invisibles’ en la pieza de Dolores Serrano, sobre un motivo popular que tiene su vertiente de género.
Desde el punto de vista sonoro, sorprendió en las piezas exhibidas, con una duración en torno a los tres minutos, la tendencia hacia la recuperación de la tonalidad y la melodía en las composiciones, y sobre todo hacia la formación del sonido envolvente y rico en tímbricas que sirve de modelo para la composición fílmica. La paleta compositiva exploró diferentes estilos, como el muy cercano al sinfonismo modernista de la preciosa Siciliana compuesta por Mª Luisa Ozaita –ubicada en la mitad de Ellas x ellas, a modo de fulcro y pausa entre las otras formas compositivas mostradas por las autoras–; también, los estilos identificables como ‘contemporáneos’, exhibidos en los elaborados desarrollos de piezas como los que abrieron el concierto. Dominó el tono lírico de algunas composiciones –el título de la pieza de la última pieza, Esencia de Luz, de Vega Santana es autoexplicativo– que encontró su exponente en la impresionante hondura del Murmullo de sombras de Iluminada Pérez Frutos.
También habría que señalar el manejo audaz de recursos, especialmente percusivos, una nota casi común de todas ellas. Personalmente y sin desmerecer el alto aprecio al resto de composiciones, me subyugó la madurez compositiva de Diana Pérez Custodio en la pieza …ce que vivent les violettes…, inspirada en un poema de la poetisa malagueña María Victoria Atencia, Epitafio para una muchacha, dedicado a la pequeña Violette. Una obra con la que Diana Pérez Custodio trata de “dar voz a una niña que, seguro, en su breve paso por este mundo fue muy amada”.
Después de esta larga primera sesión, dedicada a los estrenos –no todos lo fueron- de las mujeres compositoras, el ánimo flotó en la dulce comodidad de un repertorio expresivo y conocido, pero sin el fulgor de la novedad y las fluctuaciones emotivas de las creaciones contemporáneas. La orquesta sonó bien, algo desequilibrada en las dinámicas percusivas, e impecables en las intervenciones solistas, especialmente con la brillantez expresiva del arpa en la pieza de Francisco Cano. Pero le faltó un poquito de mordiente y viveza a la dirección de Juan Luis Pérez para compensar el dulce sopor en la audición de las obras de Granados y Turina. No obstante, un gran trabajo de dirección al mando de una Orquesta de Córdoba que muestra un punto justo de madurez y de equilibrio. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL CONCIERTO:
XIII Festival de Música Española de Cádiz.
Orquesta de Córdoba. Juan Luis Pérez, director. Programa.- I) Ellas x ellas: Mª José Arenas Martín, El sanatorio de los incurables; Levi Bofill, Aquí no hay mar; Teresa Catalán, Bere Oiartzuna; Consuelo Díez Fernández, Iliverir II; Carmen Fernández Vidal, Donzelles de l’any tres mil; Pilar Jurado, Pilar Bueno Ibáñez (El coraje de la rosa); Marisa Manchado, Lockta; Mª Luisa Ozaita, Siciliana; Diana Pérez Custodio …ce que vivent les violettes…; Iluminada Pérez Frutos, Murmullos de Sombras; Rosa Mª Rodriguez Hernández L’Arbre Fullat; Dolores Serrano, Tras el espejo: invisibles. Laura Vega Santana, Esencia de Luz. II Francisco Cano, In Memoriam Andrés Segovia; Enrique Granados, Goyescas: Intermedio; Joaquín Turina: Cinco danzas gitanas.
Lugar y día: Teatro Municipal Pedro Muñoz Seca de El Puerto de Santa María, 14 de noviembre de 2015. Asistencia: Casi tres cuartos de aforo.
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