CRÍTICA. Set of sets explora la cuarta dimensión del universo, el tiempo. El diseño escénico alude tanto a la conceptualización del tiempo en movimiento como a la percepción humana del tiempo asociado a un movimiento circular o elípticos. El movimiento de los planetas, los relojes analógicos, los ciclos estacionales de la vida… son a la vez tiempo y repetición, -también de su contraparte: mecanicismo y rigidez- y con ambos conceptos se elabora esta coreografía que cautiva desde los primeros instantes.
La repetición recurrente y cíclica de los temas dancísticos incide en la percepción del tiempo como una dimensión básica. Una y otra vez, los bailarines se mueven en Set of sets sobre el mismo trazado, discurren sus trayectorias en paralelo o contracorriente de las de otros y fuerzan interacciones dibujando sobre el escenario línea parecidas a figuras de Lissajous que se entrecruzan. Adicionalmente, se suceden los solos individuales, con una componente acrobática admirable en algunos casos, como digresiones temáticas que rompen la armonía enriquecedora que da tono al desarrollo de Set of sets.
En la imprescindible reseña de esta coreografía en su estreno, Bàrbara Raubert afirma que con la danza “nos lanzamos a hacer viajes que, más que físicos, son mentales y significativos (…) que puede llevarnos tan lejos como el infinito. El cuerpo lanzado al infinito”.
Además de la connotación adicional al infinito a través de la recurrencia cíclica a los mismos temas y trayectorias, es significativo el recurso a la circunferencia como elemento escénico de esta coreografía. La circunferencia es el límite de un polígono de infinitos lados, de ahí que el concepto de infinitud requiera en la escenificación un fondo cerrado y curvo, un arco de circunferencia cortado por la presencia del público. Además, el símbolo del infinito puede simplificarse con dos circunferencias juntas, y tiene base consistente que parte de las composiciones grupales en movimiento sigan la trayectoria de un infinito marcado sobre el suelo del escenario.
Pero también se representa el cero con una línea similar a una circunferencia. Cero es el equilibrio entre números positivos y negativos. Y cero representa la ausencia, como en los momentos de parada de la acción dancística, cuya ejecución transciende el punto de reposo que significa. En danza se habla de esfuerzo, flujo, dinámica y momento. ¿Por qué no de reposo?
En sus escasos escritos teóricos el compositor Carmelo Bernaola repetía “el silencio también es música”. Un tiempo antes, John Cage había sorprendido con sus composiciones integradoras del ruido como elemento musical, que en 4’ 33’’ tiene un ejemplo de paradigma y provocación. En Set of sets se opera con un concepto análogo en esos instantes fugaces de la obra, cuando todos los bailarines se agrupan en un punto y mantienen la quietud de su composición durante un rato, con independencia de cómo circule el setting de luz y sonido.
¿Puede el no movimiento ser danza? Quizá sea mejor afirmar que la cualidad necesaria de toda buena coreografía es la adecuada distribución de esos momentos de reposo o silencios dancísticos inmersos en el flujo de tensiones y relajaciones que toda danza implica. Y Set of sets distribuye con sentido esos silencios donde la energía se concentra para expandirse en otras formas de movimiento. De ahí que (me) supiera mal que uno de esos momentos singulares de la obra -también la música acompañaba en el silencio absoluto-, planteado con una composición grupal en forma de flor, irradiase un mensaje de cierre final al público que rompió a aplaudir. Quizá indicase que para los espectadores era suficiente con lo que habían visto y disfrutado hasta el momento; que se daba por más que satisfecho y no era necesario continuar. Yo también lo creo. Ambas cosas. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
XVIII Festival Cádiz en Danza
‘Set of sets’
Compañía GN-MC
Guy Nader y María Campos
Gran Teatro Falla de Cádiz, 13 de junio. Lleno