CRÍTICA. Hace un siglo una guerra sangraba España, sobre todo a quienes no tenían recursos para pagar y evitar la leva hacia tierras de Marruecos. Era la segunda guerra del Rif, iniciada en 1911 por las cabilas rifeñas. Con dieciséis años de guerra y más de cien mil bajas en el combate, apenas se reseña y se habla de ella, a no ser por algún interés específico y localizado. La de África, no era nuestra guerra. La del 36, sí; y no tiene visos de acabarse.
El documental Venceremos testimonia la presencialidad de esta guerra en acciones de distinto alcance, dirección y motivación. Las más, para recuperar los huesos de los represaliados y documentar los fusilamientos indiscriminados, en el lado franquista, donde reside el interés de la vigente Ley de Memoria Histórica.
Los cineastas recopilan documentos gráficos en torno a eventos sobre la Guerra Civil, como un puzle desorganizado e inconexo al principio de su recomposición. “¿Qué hacemos con esto?”, es una pregunta que surge al acabar el visionado de la película. No es una pregunta retórica, ¿qué hacemos con este conflicto que aún perdura, sobre todo en los sentimientos anti/pro, y en un debate sin final donde prima el convencimiento político sobre la realidad histórica? En la recuperación documental en recuerdo del conflicto abundan ejemplos de posiciones encontradas. Por ejemplo, alguien testimonia que existen dos versiones sobre el martirio de un beato (la guerra del 36 como Santa Cruzada), la “de toda la vida” y otra promovida por el Ayuntamiento, que cuestiona la veracidad de la primera.
De facto, en la película se desvela, sin pretenderlo, cómo las percepciones individuales y subjetivas pueden deteriorar o distorsionar la visión histórica de un mismo hecho. En el filme se revisita, quince años después de su restauración, un monolito a las brigadas internacionales erigido en la sierra de Pàndols en el curso de la Batalla del Ebro, hecho totalmente documentado según el investigador Ángel Arcilla. Se documenta en la película también, que al único brigadista vivo de México, superviviente de esa batalla, le parece increíble e incluso absurdo ese hecho. Incluso a nosotros nos puede parecer imposible que en plena batalla unos soldados se dedicaran a erigir monumento alguno. Sin embargo, podría afirmarse que ese monolito se erigió cuando se tomó la decisión de la retirada del conflicto de las Brigadas. Son perfectamente compatibles los relatos de ambos en el documental. El brigadista mejicano cayó herido en setiembre del 38 y el pueblo despidió en Barcelona a los brigadistas el 28 de octubre de 1938. La lógica indica que el monolito probablemente se erigió como homenaje a las Brigadas Internacionales, poco antes de la ofensiva final de las tropas franquistas en la Batalla del Ebro, iniciada el 30 de octubre.
La película es una prueba más de que la pasión supera a la idea de reconciliación. La grabación de la fiesta anarquista -con una digresión bizarra y entretenida aportada por un músico transformista- en torno a la conmemoración de la Batalla del Jarama y a la participación de los brigadistas en la guerra civil española atestigua que aún faltarán años para que la guerra fratricida “se conozca para no repetir los errores del pasado”, como propugnan los celebrantes de teatralizaciones historicistas del conflicto recogidas en este documental. Creen que se llegará a una especie de celebración al estilo de “moros y cristianos” pasado algún siglo más. En ese sentido, no pasa desapercibida la afirmación de Ángel Ercilla, de que es preferible que el monolito esté semioculto aún y en un lugar de difícil acceso para evitar que alguien lo destruya.
La acumulación de documentos gráficos -la esencia de esta película-, sin explicaciones ni añadidos de referencia, aportan una imagen de imparcialidad, pero también de no saber qué hacer con el material, de factura diversa y heterogénea. Aunque, al finalizar la exposición, afirmen -quizás con ironía-, que “todo está muy claro”. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DE LA PROYECCIÓN
Alcances 2021. Festival de Cine Documental de Cádiz
Sección Oficial
‘Venceremos’ (España, 2021, 81 min.) Taxio Ardanaz y Pablo Marte, guion y dirección, Taxio Ardana, fotografía. Taxio Ardanaz, montaje. Pablo Marte, sonido, Pablo Bravo
Lugar y día: Teatro de la Tía Norica de Cádiz, 25 de setiembre de 2021.