CRÍTICA. La selección de No cow on the ice para Alcances 2016 estaba acreditada por el premio del jurado en Play-Doc Festival Internacional de Documentales. Las razones de tal selección, en palabras del jurado, es que “despliega las complejidades de la realidad de la que el cineasta es parte, al tiempo que busca su propio lenguaje cinematográfico y desafía al cine al lidiar con problemáticas difíciles mediante decisiones cinematográficas honestas”.
El documental tiene su antecedente en Pettring, corto de 20 minutos proyectado también en Alcances hace dos años, que se inserta casi al completo en este largo, y que se amplía hasta alcanzar el metraje necesario para esa categoría, como si el tema no diera más de sí. Ambos, corto y largometraje, tratan sobre la propia vida de Eloy Domínguez Serén como emigrante en Suecia, donde el joven gallego realiza diferentes trabajos a tiempo parcial, a la vez que prosigue con sus actividades como cineasta.
Formalmente, el documental es un patchwork, a modo de diario íntimo, con las anécdotas de su proceso de adaptación a un país, donde las dificultades del aprendizaje de su idioma, la crudeza extrema del clima y el aislamiento vital conforman una alegoría de las dificultades a las que se enfrentan los emigrantes en cualquier parte del mundo. Es un trabajo íntimo, en primera persona y sobre sí mismo, en el que las interacciones humanas se reducen a su primera novia sueca, Fathia, en la primera parte del film, desarrollado en tono pesimista y acotado por espacios cerrados. En la segunda, el espectador recibe con alivio la constatación de su progresiva interacción, exitosa y normal, con otros habitantes de Estocolmo como colofón de su forzado e intensivo aprendizaje del sueco. Uno tiene la sensación, sin embargo, conforme avanza la película, de que parte de los retales anecdóticos con las que se compone el film simplemente tienen un papel conectivo, sin más razón de ser que ir ajustándose al relato biográfico de su experiencia.
Como hizo en Pettring, el autor plantea la filmación minuciosa de su trabajo también en clave de metáfora sobre la construcción de su nueva identidad como emigrante y cineasta, en la que afloran momentos de desfallecimiento y nostalgia de su tierra gallega. El recurso a la luminosidad y el calor humano de las escenas familiares –que sirven de intermedio de su relato– refuerza no solo la idea-fuerza del coste emocional de la emigración, también el contraste entre la bondad de la vida en tierras gallegas, si el joven encontrase trabajo, y la soledad y dureza de su experiencia en el extranjero. Con el telón de fondo de la crisis económica en España, que se proyecta a través de noticias en los medios de comunicación suecos, se apela a la inteligencia del espectador para conectar su propia situación personal en Suecia con la situación en España.
La película discurre en un vaivén emocional continuo según qué –imagen o relato– componente del film impacte en el espectador. Hemos de esperar al final del documental, en la que se descubre la clave del título, para disfrutar al completo de una secuencia impecable, donde destaca la lucidez y sinceridad de sus declaraciones y el público revitaliza con el mensaje de esperanza que nos retorna a la tranquilidad del “no todo está perdido”. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA:
Alcances 2016, Festival de cine documental de Cádiz.
Sección Oficial Largometrajes.
‘Ingen ko på isen’ (No cow on the ice) de Eloy Domínguez Serén (2015, 63 min.)
Fotografía y montaje: Eloy Domínguez Serén. Sonido: Ricardo Atienza, Niklas Billström, Johanna Byström & Sara Campanella.
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