CRÍTICA. ‘La Pasión de Judas’, de David Pantaleón, ha sido premiada en la categoría de cortometrajes por el jurado de Alcances 2014 “por su sorprendente puesta en escena, la configuración de un universo visual y sonoro singular y su clara voluntad de experimentación que consigue conjugar múltiples planos de lectura; mientras que el mediometraje ‘La casa del meu pare’, de Francina Verdés Oliva, lo ha sido “por el acierto de una idea narrativa, que requiere de valentía personal, para cuestionar tradiciones y valores aún dominantes en la sociedad contemporánea”.
Además de ser premiadas, ambas realizaciones tienen en común que tocan de lleno el tema de la tradición, al menos en su vertiente de manifestación religiosa, analizadas desde perspectivas y objetivos muy diferentes. En el caso de La Pasión de Judas, con una breve descripción de una forma concreta de la tradición – en la que se apedrea, lincha o quema un muñeco que representa a Judas, por su traición a Cristo-, desde un punto de vista estético y sin oposición aparente a ella.
El documental de David Pantaleón es una grabación de cómo el pueblo canario de Valleseco mantiene esa tradición, probablemente iniciada en su origen por los conquistadores castellanos en las islas canarias, que aún pervive en algunos pueblos del archipiélago y de Latinoamérica. Sin embargo, el vaciado de contenido religioso a esta tradición inmersa en la cultura católica, solo el fondo musical nos da pistas para interpretar la acción en clave de la fe católica, es ya de por sí una forma de enfrentarse a ella. En ese sentido, la puesta en escena de una santa cena con encapuchados –foto que ha presidido el programa de la muestra en su página web- impacta por su valor metafórico. La linealidad del relato, que se presenta desde la preparación del evento hasta la quema del Judas, y su ritmo se rompen constantemente con toda suerte de recursos visuales.
Adicionalmente, el contraste entre el contenido sacro de las letras y el ritmo salsero de la música de las canciones de Óscar D’León, Willie Colón y Celia Cruz se presentan como elementos de desvanecimiento de esa tradición y mantenedores del juego de ambigüedades que otorga a la interpretación de su grupo de alumnos del Centro Ocupacional de Gran Canaria.
‘LA CASA DE MEU PARE’
El trabajo de Francina Verdés, La casa de meu pare, es más directo en su planteamiento; partiendo de su propio conflicto sobre el futuro del patrimonio de su familia, la realizadora graba sobre los límites, incluso morales, que impone la tradición del heredero único. El tema central del documental es precisamente el dilema entre continuismo y ruptura con una antigua tradición en la que solo uno de los hijos concentra la herencia de todo el patrimonio familiar si “sigue” con la casa; es decir, si mantiene también las tierras de producción. Su documental sigue la estructura narrativa clásica, con variaciones, del habitual esquema presentación-desarrollo-epílogo. El inicio presenta claramente la cuestión de la herencia, ambiguamente su problema personal, casi a última hora lo desvela, y el objeto de su trabajo a desarrollar: qué piensan y cómo reaccionan las personas afectadas por la tradición del heredero único.
El documental de Francina Verdés presenta unas interesantes variantes en el esquema tradicional de la investigación. La primera consiste en su final no conclusivo, abierto a otras opciones pero en la que la realizadora se decanta personalmente por una: la ruptura con la tradición. Otra de sus modificaciones, quizá la más original, consiste en dotar a la narración de dos rutas al desarrollo documental.
Además del tema central, también estudia la pervivencia de determinadas manifestaciones religiosas en los mismos pueblos donde pervive la tradición del heredero único, lo que da como resultado cuatro actitudes fundamentales en ese tema, con multiplicidad de razones y motivos que la cineasta intenta aprehender con los testimonios de los entrevistados. De la indagación sobre las actitudes de los afectados por la tradición del heredero único surge el concepto de familia y las cargas que conlleva. Aunque la conclusión se antoja un tanto precipitada, Francina Verdés nos conduce firmemente en ese tramo final a comprender su actitud personal y los dilemas morales a los que se enfrenta. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA:
Alcances 46ª edición de la Muestra Cinematográfica del Atlántico.
Programa Sección Oficial – Palmarés.
La pasión de Judas (2014, 10 min.) Dirección, guión y producción: David Pantaleón Rodríguez Rivero. Fotografía: Cris Noda. Montaje: Oscar Santamaría. Sonido: Himar Soto.
La casa del meu pare (2014, 60 min.) Dirección: Francina Verdés Oliva. Producción: Festival Punto de Vista. Guión: Pablo Baur y Francina Verdés. Fotografía: Iván Piredda Montaje: Carmen M. Guzmán and Martín Sappia. Sonido: Martín Sappia.
Lugar y día: Cádiz, 12 de setiembre de 2014.