En 1976, Dennis O´Neil tuvo la ocurrencia de juntar a dos compañeros de la Liga de la Justicia para que vivieran una auténtica “road movie”. Si bien podría haber cogido a personajes con naturalezas similares, se decidió por Green Lantern y Green Arrow, dos héroes dispares cuya única similitud es su pasión por el verde.
Por un lado, Green Lantern/Hal Jordan expiloto, un culo inquieto que tuvo muchos trabajos hasta encontrar su pasión de ser “policía espacial” un caballero esmeralda al servicio inquebrantable de los Guardianes, un “la ley lo dice, siento si no os gusta”; por otro lado, Green Arrow/Oliver Queen, empresario en quiebra que se ha vuelto a encontrar en los barrios bajos, un arquero cínico que lucha movido por la pasión.
Tras cruzarse contra un especulador inmobiliario y ver que la ley no siempre representa a la justicia, Green Lantern decide desvincularse de su deber de protector espacial. Para ello acompañará a Green Arrow y a un Guardián que desea aprender más sobre la naturaleza humana, que irá como mero observador. Esta pareja, sin duda hubiera sido muy desproporcionada, así que el guionista decidió limitar el poder del justiciero cósmico, hacerlo más dependiente de las recargas y que los campos de fuerza que generaba el anillo fueran más débiles.
Juntos emprenderán un viaje por lo peor de Norteamérica: traficantes, explotación, pobreza, contaminación, fanatismo… una crítica social dura y cruda, un autentico puñetazo en la cara del sueño americano. Una aventura donde los disfraces de alegres colores desentonan, donde los rostros de los héroes reflejan en cansancio ante la situación, una realidad salpicada por algún supervillano con ínfulas, que desentona en ese infierno mas tangible, de expropiadores, narcotraficantes y corrupción. Una situación que por desgracia hoy en día pese al transcurso del tiempo no ha cambiado nada.
Dennis O´Neil se luce en el guión dando como resultando un puñado de cómics que forman parte de la historia de la viñeta como ¡Que la Muerte sea mi destino! Donde se refleja el machismo y los problemas de la superpoblación, ¡Y una niña los destruirá! Homenaje a las películas de terror como el pueblo de los malditos, y un peldaño por encima de todas las míticas ‘No todos los pájaros vuelan’ sobre el problema de la droga y ‘Él salvará el mundo’ donde un ecologista radical mesiánico se enfrentará a las grandes corporaciones.
El dibujo daría para escribir un tratado: hablar de superhéroes es reverenciar a Neal Adams, espejo donde se miraron muchos grandes. Sus cómics rezuman movimiento, los personajes están llenos de vida, domina las perspectivas y juega con ellas a su antojo. No es fácil dibujar esta obra, llena de sufrimiento, de pesadumbre y de desesperanza y como no podía ser de otro modo, Neal Adams pasa la prueba con sobresaliente.
Una obra maestra del noveno arte que ningún aficionado al cómic en general, no solo al de superhéroes, debe dejar pasar, ya que… por desgracia la situación social no ha cambiado en absoluto. DIARIO Bahía de Cádiz Manuel Santamaría Barrios
‘Green Lantern/Green Arrow’
Guión: Dennis O´Neil (1939, San Luis, Misuri)
Dibujo: Neal Adams (1941, Governors Island, Nueva York)
Tintas: Dick Giordano, Frank Giacoia, Dan Adkins y Bernie Wrightson.
Publicado originalmente en: Green Lantern 76 (abril 1970)-89 (mayo 1972); The Flash 217 (septiembre 1972)-219 (enero 1973), The Flash 226 (febrero-marzo 1974).