¿Qué inspiró a Francisco de Goya a pintar sus obras más oscuras? ¿Qué terribles demonios atormentaban su alma para lograr sus grabados? A estas complejas preguntas tratan de respondernos El Torres (Málaga, 1972) y Fran Galán (Sevilla, 1979).
A estas alturas, el que no conozca el nombre de Juan Torres, más conocido como El Torres, no será ningún aficionado al tebeo español: estamos ante uno de los guionistas más prolíficos del género, y con el bendito don de combinar calidad y cantidad. Eso sí, si usted no lo conoce, aun está a tiempo de subsanar ese error.
En esta ocasión vuelve a un género que le encanta, el terror, pero nada de vísceras y sangre gratuita, aquí se enfrenta al terror psicológico acompañado de la historia, y nada más que de uno de los más grandes pintores que ha dado este país, Francisco de Goya, el autor ahondará en el pasado del artista de Fuendetodos.
La obra ‘Goya. Lo sublime terrible’ se divide en tres actos, el primero, ‘La maldición’, transcurre mientras las enfermedad de Goya en Cádiz en 1973, allí tras remitirle las fiebres cuenta a su amigo Sebastián lo que vio durante un viaje a Valencia a la casa de su amigo Asensi Juliá, que le arrastra a la locura, durante este acto será presentada una de las figuras más importantes de la corte y de las que más se ha especulado con respecto al artista, María Teresa, la duquesa de Alba.
El acto segundo, ‘María Teresa’, empieza en Madrid en 1794, con la duquesa, una mujer que se saltaba el protocolo, cargada de fuerza y sensualidad, un enfrentamiento directo entre mujeres malditas y Pepa, la mujer de Goya, una sin estirpe y otra con hijos muertos; un capíulo cargado de brujería, que comienza con un paseo por el campo y concluye con uno en la playa.
Acto tercero, en la quinta del sordo, Madrid 1820, nos muestra un Goya en la corte, ya maduro y asentado, recibiendo las bromas de quienes por nacimiento están por encima y por categoría no le llegan ni al zapato. Un artista amargado, viendo los horrores que provoca el hombre aceptando sus demonios ya que no son más que un reflejo de la humanidad.
Un tebeo magistralmente contado, como es habitual en El Torres, que en esta ocasión se ha visto acompañado por el arte de Fran Galán, un artista que juega en la obra con un continuo baile de la luz y la oscuridad, reflejando la eterna lucha del bien y el mal, pero quizás esa lucha solo se haya dentro de nosotros. Fran es capaz de trasmitir, y esto es un punto muy fuerte, no se conforma con dibujar a una mujer hermosa, es más si me apura su duquesa no destaca precisamente por la belleza, destaca por la carga de sensualidad y dureza. Pese a que el estilo no se parece, no he podido evitar acordarme del manejo de rostros y sombras que hace el maestro Mike Mignola, quizás no sea el mejor dibujante, quizás los haya más espectaculares, pero sabiendo trasmitir es de los mejores del mundo, y esa misma sensación me ha trasmitido Fran.
Una obra de un trozo de nuestro pasado, o más bien de nuestra leyenda, algo muy nuestro. Una historia que nos hace ver como este género está muy vivo y más mientras queden autores como los que aquí han intervenido. DIARIO Bahía de Cádiz Manuel Santamaría Barrios
‘Goya. Lo sublime terrible’
Guión: El Torres
Dibujos: Fran Galán
Publicado por: Dibbuks, abril de 2018