La portavoz del Gobierno chiclanero pedía al PP tras el pleno de febrero, celebrado la semana pasada, que “acate el Reglamento del Ayuntamiento”. Lo hacía a raíz de la “actitud” de los concejales populares en esa sesión. “Esta panda liderada por Román se cree que Chiclana es suya y que tienen carta blanca para hacer y deshacer a su antojo y si alguien les planta cara pueden destrozarlo usando las mañas y artes más barriobajeras posibles”, replican desde la derecha, opinando que “esta señora” (en referencia a Verdier) no puede ir “dando clases de moralidad”. Política de altura.
La portavoz del Gobierno chiclanero, Cándida Verdier, pedía al PP tras el pleno ordinario de febrero, celebrado la semana pasada, que “acate el Reglamento del Ayuntamiento”. Lo hacía a raíz de la “actitud” de los concejales populares en esa sesión.
“Estamos viendo un comportamiento grotesco por parte de los concejales del PP, que manchan la vida institucional y el desarrollo del máximo órgano de representación de la ciudad”, opina esta edil socialista, apostillando que “tuvimos un pleno cargado de gestión, que se estaba desarrollando con total normalidad; admitimos la crítica e, incluso, el acaloramiento en un punto determinado, ya que hay distintas formas de ver las cosas, pero no podemos permitir una provocación permanente por parte del PP, que solo busca la confrontación para tratar de desgastar al Gobierno”.
Verdier ha recordado al respecto que “venimos de un Gobierno de PP y PVRE, en el que no se podía debatir las propuestas de los grupos de la oposición, se apagaban los micrófonos cuando alguien alzaba la voz o se pasaba del tiempo, impidiendo el uso de la palabra de los concejales, se ponían cortapisas para que el público pudiera intervenir, etcétera…”. “Sin embargo –sentencia-, ahora, que se permite la participación de oposición y ciudadanía, estamos viendo un comportamiento que no responde a lo que queremos desde el Gobierno municipal”.
“NO VAMOS A DEJAR PASAR NI UNA MÁS DE UNA PANDA QUE TIENE MUCHO QUE CALLAR”
Una crítica que no ha sentado nada bien en la derecha local, que ha respondido advirtiendo al PSOE que “no consentirá ni una sola falta de respeto más ni ataques personales, familiares o profesionales como los que se han venido sucediendo durante los últimos años”. “Esta panda liderada por Román se cree que Chiclana es suya y que tienen carta blanca para hacer y deshacer a su antojo y si alguien les planta cara pueden destrozarlo usando las mañas y artes más barriobajeras posibles”, se deja caer.
El PP local, ahora principal partido de la oposición, manifiesta que “durante estos años hemos sufrido toda clase de insultos y acusaciones; hemos soportado con estoicismo, respeto y buenas formas, acudiendo a la vía judicial cuantas veces han sido necesarias, pero todo tiene un límite: nos han llamado extorsionadores, malversadores, han insultados a nuestras familias, se han metido con nuestras profesiones privadas, con el único fin de destruirnos personal y familiarmente y no vamos a dejar pasar ni una más. Ni media. Y menos de una panda que tiene mucho que callar”.
“No va a venir a exigirnos respeto Cándida Verdier quien recientemente, obligada judicialmente, ha tenido que rectificar los insultos que vertió contra el popular Agustín Díaz, al que llamó misógino, machista y que despreciaba a las mujeres”. “Si esta señora tuviera un mínimo de vergüenza y ética habría dimitido, pero encima viene a exigir respeto y dando clases de moralidad”, afirman de forma chulesca los conservadores, que hacen extensible la situación al resto de concejales del PSOE que “con su silencio cómplice dan el visto bueno a este tipo de comportamientos”.
El PP insiste en que “el que debe controlar el pleno es el alcalde y a él corresponde impedir los insultos y los ataques de esta índole, cosa que no hace, así que ante su falta de altura nosotros nos defenderemos como mejor creamos”.
Este partido termina interpretando que “el PSOE es un fraude y si Román está hoy en la Alcaldía es simple y llanamente porque se dedicó durante los últimos cuatro años en la oposición a engañar vilmente a los chiclaneros, usando el hambre y la desesperación de la gente para lograr la alcaldía”. “Es evidente que los únicos que han ganado con el cambio de gobierno son los estómagos agradecidos del PSOE”, sentencia.
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