El Ayuntamiento de Chiclana ha logrado vender ya a sus inquilinos 61 de las 200 viviendas municipales que componen la señera barriada de Santa Ana. Se acaba de formalizar el acto de firma de la compra-venta de los últimos 13 pisos, por 7.560 euros más IVA cada uno. Ya en 2018 se vendieron 29 viviendas y el pasado marzo de este año otras 19.
Los vecinos que de momento se han acogido a esta convocatoria de la empresa municipal Emsisa (lanzada hace más de seis años) deben cumplir una serie de requisitos, entre ellos, estar empadronados y residir en las mismas, además de ser los beneficiarios iniciales de los inmuebles o bien familiar directo. Únicamente pueden adquirirse estos pisos para uso de vivienda habitual, sin que pueda ser enajenada por contrato público, al menos, durante un plazo de cuatro años.
“A través de este proceso conseguimos que los inquilinos, algunos con hasta 60 años residiendo en la barriada, puedan lograr la propiedad de la vivienda”, ha recordado el alcalde, José María Román. “Quedan 139 por tramitar la compra-venta, aunque ya hay 80 inquilinos en un procedimiento para dentro de poco ser propietarios”, ha avanzado en este acto en el salón de plenos, junto al concejal de Vivienda y vicepresidente de Emsisa, Francis Salado, se destaca en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
En concreto, son viviendas de unos 54 metros cuadrados de superficie y que estaban en régimen de alquiler desde su inicio, “siendo precisamente este amplio periodo lo que justifica la venta de los inmuebles a los ocupantes”, argumentaban desde el Gobierno local en su momento. Si hay vecinos que no quieren o pueden comprarlas, continuarán como hasta ahora, en alquiler.