Los bomberos intervenían el pasado domingo en el reconocimiento de una vivienda en el centro de Chiclana, en la calle Constitución con Jesús Nazareno, por el derrumbe de un muro interior, que hizo colapsar la cubierta superior y el techo de primera planta. No hubo que lamentar daños personales ya que la finca no estaba habitada.
Sin embargo, a colación de este derrumbe, el Ayuntamiento ha querido incidir en la problemática existente en el casco histórico con distintas edificaciones en estado de abandono, que ha propiciado en los últimos tiempos que la concejalía de Urbanismo haya tenido que tramitar distintas órdenes de ejecución, con el objetivo de que los propietarios procedan al cumplimiento del deber de conservación de los mismos, evitando posibles peligros para la ciudadanía.
Además, se remarca en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, esta problemática se ve agravada por dos factores importantes. Por un lado, hay propietarios que no pueden hacer frente económicamente a las actuaciones que deben ejecutarse para evitar posibles desprendimientos., ante lo cual el Ayuntamiento trabaja para que pueda actuar de forma subsidiaria.
Y, por otro lado, se encuentran los casos en los que los dueños de las fincas sí pueden hacer frente a las actuaciones obligadas, pero no pueden hacerlo por falta de documentación, fundamentalmente en cuanto al Informe que debe emitir la delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía y que es imprescindible para la aprobación de la licencia de obras.
“LOS INFORMES SE DILATAN HASTA UN AÑO Y MEDIO”
En este sentido, la edil de Urbanismo, Ana González, reitera que “hay vecinos a los que enviamos órdenes de ejecución, pero que no pueden asumir económicamente las obras, pero también hay otros propietarios que sí pueden hacerlo, pero a los que no podemos concederle la correspondiente licencia al carecer del imprescindible Informe de Cultura, obligatorio en cualquier actuación dentro del casco histórico de Chiclana”.
Ejemplo de ello son los casos de la vivienda ubicada en la calle Hormaza y cuya primera crujía se derrumbó meses atrás, la edificación en estado ruinoso de Corredera Alta y en la calle Obispo Rancés esquina con Bailén. En el caso de Hormaza, se solicitó el necesario Informe a la Junta en el mes de octubre, sin obtener respuesta alguna hasta ahora. En el caso de la calle Corredera Alta dicho Informe se ha dilatado durante un año y medio. Y sobre la finca de Obispo Rancés, cuyo informe fue solicitado en agosto de 2020, no se resolvió hasta junio del pasado año.
“A pesar de lo urgente de algunos casos -lamenta esta edil socialista-, lo cierto es que nos encontramos con el problema de que desde la delegación territorial de Cultura no nos trasladan el Informe necesario hasta pasado varios meses, dilatándose hasta un año y medio”.