Una nueva agresión en el ámbito sanitario en la provincia de Cádiz. El pasado domingo día 8 dos médicos del servicio de urgencias del centro periférico de especialidades La Longuera, en Chiclana, fueron agredidos a manos de una paciente. La Junta de Andalucía ya ha condenado públicamente el incidente y el Distrito de Atención Primaria Bahía de Cádiz- La Janda ha activado el protocolo al respecto. De la misma forma, el Colegio de Médicos de Cádiz se une a la repulsa por estos hechos.
“La violencia contra los profesionales de la salud se ha convertido en una lacra que, lejos de cesar o moderarse, mantiene desde hace años una constante tendencia al alza y nuestra provincia no es una excepción en este sentido”, lamenta el Colegio en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
En este sentido, se incide en la importancia de que el profesional denuncie “sin excepciones” y se recuerda que los colegiados disponen de un protocolo actualizado contra agresiones, tendente tanto a prevenir y anticiparse a ellas como a saber actuar en caso de que la agresión se consume. Asimismo, los médicos cuentan con asesoramiento jurídico específico y experto a través de su Colegio frente a este tipo de violencia contra el profesional.
“AVANZAR EN LA SENSIBILIZACIÓN SOCIAL FRENTE A ESTA LACRA”
El Colegio de Médicos viene insistiendo en la importancia de reforzar y garantizar un entorno de seguridad en los centros en los que los médicos ejercen su labor asistencial y, al mismo tiempo, movilizar todos los recursos disponibles frente a las agresiones, “de manera que todos los agentes comprometidos en combatir la violencia contra los profesionales sanitarios puedan desarrollar una acción eficaz y coordinada”.
Así lo expresaron los responsables del Colegio de Médicos de Cádiz, con su presidente Juan Antonio Repetto al frente, con ocasión de la reunión celebrada a instancias de la corporación médica el pasado mes de septiembre con la delegada del Gobierno andaluz en Cádiz, Ana Mestre, y la delegada territorial de Salud y Familias, Isabel Paredes.
Además de las esenciales medidas de protección a los profesionales y la actuación colaborativa con las distintas administraciones y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que ya se viene ejecutando a través de la figura del Interlocutor Policial Territorial Sanitario, que el Colegio considera necesario “revitalizar”, añade que “se hace imprescindible avanzar en la sensibilización social sobre la significación que para toda la comunidad tiene el hecho de que se ejerza la violencia contra quienes están al cuidado de nuestra salud” y que “afecta de forma trascendental a la actividad sanitaria, uno de los pilares básicos de nuestra sociedad del bienestar, que todos debemos cuidar y utilizar de forma responsable”.
“Solo desde la firme respuesta colectiva y el esfuerzo común de toda la sociedad será posible aislar a los agresores”, se subraya. Estas medidas “tienen que venir de la mano de acciones consensuadas por todos los agentes sanitarios y sociales que conduzcan a que las agresiones a sanitarios sean consideradas como violencia social y delito contra la autoridad en los ámbitos de actuación público y privado y sean penadas con los mismos criterios en todas las comunidades autónomas, de manera que el profesional agredido se refuerce en su decisión de denunciar siempre cualquier tipo de agresión -física o verbal- de la que pueda ser víctima y que debería ir siempre e instantáneamente aparejada a dicha agresión”.
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) mantiene una campaña informativa que insiste a los usuarios que se denunciará por la vía penal cualquier agresión a los profesionales de los centros, tanto de atención primaria como hospitalaria.