El artista Antoni Gabarre ha pintado un nuevo mural en Chiclana, en esta ocasión en el contexto de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE); la obra, de 26 metros de largo y dos metros y medio de alto, se puede ver en la fachada del campo de fútbol (frente a la estación de autobuses).
El mural lleva como lema ‘Ciudades que caminan’, el nombre de una red, a la que pertenece Chiclana, que pretende que la gente conviva en ciudades más saludables, con mayores posibilidades de caminar y en las que el vehículo privado se utilice solo para los traslados imprescindibles, reduciendo así el ruido y la contaminación. En este sentido, esta acción forma parte de la campaña informativa sobre la ZBE, “un espacio donde los peatones tienen la preferencia de paso y es de obligado cumplimiento para las ciudades con más de 50.000 habitantes”.
El propio Gabarre ha explicado que su trabajo es una semblanza para presentar el uso del espacio público “que debería ser, dando prioridad a la gente que camina”. También ha destacado que las siluetas en positivo representan a las personas que usan la ciudad, contando “todo lo que sucede en el espacio público, unido a la naturaleza”.
Ha dibujado un espacio colorista y arbolado en un lugar de gran tránsito de la ciudad, “lo que contribuye a que el mensaje llegue a más público”. En el mural figuran personajes de todas las edades andando, circulando en bicicleta o en silla de ruedas, paseando o haciendo una pausa en el camino, “y en el que figura la limitación de la velocidad del tráfico a 30 kilómetros por hora”.
Esta imagen de gran formato ha sido encargada por ACISA, empresa adjudicataria de la Zona de Bajas Emisiones en Chiclana, que también está llevando a cabo otras acciones para que los residentes en el centro y los visitantes se vayan familiarizando con el funcionamiento de estas limitaciones al tráfico rodado.
“UNA CIUDAD MÁS AMABLE”
Junto al artista, y el concejal de Movilidad, José Vera, el alcalde José María Román ha supervisado la obra y ha destacado que la zona donde se ubica “se ha convertido en una ubicación de operatividad y gran belleza gracias a la nueva estación de autobuses”.
El primer edil socialista ha incidido en que se están dando los pasos necesarios para la implantación de la obligada Zona de Bajas Emisiones y “debíamos dar un mensaje visual sobre la importancia de hacer trayectos cortos andando y no en el coche”. “Debemos potenciar el espacio de disfrute, de ocio, de paseo y de arbolado y en esta línea va el trabajo realizado por Antoni Gabarre”, ha señalado.
Además, se señala en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, Román ha puesto el foco en la importancia de seguir dando pasos para hacer de Chiclana una ciudad “más atractiva, más amable y en la que hay cada vez mejores emociones, disfrutando la calle, sin hacer uso del coche”. “Estas acciones se suman a todas las que, a lo largos de los años, han permitido todo el espacio peatonal con el que cuenta el centro. Ahora apostamos por calles más amables en las que la prioridad será para el peatón, aunque pasen los coches”, ha finalizado.
NO HABRÁ MULTAS DURANTE EL PRIMER AÑO
La ordenanza municipal de la zona de bajas emisiones, en tramitación, establece una delimitación de esta Zona de Bajas Emisiones en el centro histórico, así como la regulación del tráfico en dos franjas horarias: de lunes a sábado de 8 a 15 horas se permitirá el tránsito de todo tipo de vehículos; mientras que de 15 a 8 horas y días festivos completos solo podrán circular los autorizados, y que al menos cuenten con la etiqueta B.
Además, desde el Consistorio se ha aclarado en varias ocasiones que una vez que entre en vigor no habrá multas, “al menos hasta un año después de la aprobación definitiva de la ordenanza”. Por tanto, en los primeros meses de aplicación se entenderá como prueba piloto “para ver cómo funciona y la ciudadanía pueda familiarizarse, sin que haya ningún tipo de sanciones”.