Tres chiringuitos de los instalados en las playas de Chiclana han solicitado la concesión permanente para prestar servicios en La Barrosa y Sancti Petri también durante el invierno. Se trata de La Barrosa, El Bongo y El Apretadito. Se sumarían así al denominado Mojama Beach, que se adjudicó con permanencia en invierno. Se está a la espera de que la Junta acepte y modifique la concesión que recibieron en primavera.
Tres chiringuitos de los instalados en las playas de Chiclana han solicitado la concesión permanente para prestar servicios en La Barrosa y Sancti Petri también durante el invierno. Se trata de La Barrosa, El Bongo y El Apretadito, éstos dos últimos ubicados en Sancti Petri. Se sumarían así al denominado Mojama Beach, que se adjudicó con permanencia en invierno, ya que así lo permitía la concesión de ocupación otorgada por la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Al respecto, el concejal de Playas, Nicolás Aragón, ha asegurado en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que “estos tres establecimientos están a la espera de que la consejería, a través de su delegación territorial en Cádiz, modifique la concesión que recibieron en primavera”. Para ello desde el Ayuntamiento se ha realizado la intermediación correspondiente con el organismo autonómico “y estamos dispuestos a seguir colaborando con los empresarios concesionarios para agilizar en la medida de lo posible este cambio en la fórmula de concesión”.
El objetivo de los propietarios de los tres chiringuitos es seguir prestando servicios a chiclaneros y visitantes durante la época invernal, lo que a criterio de este edil del PP “supone un valor añadido para la oferta turística de la ciudad, para la marca Chiclana y un impulso a la actividad empresarial y gastronómica”.
Los requisitos legales que deben cumplir los establecimientos que aspiren a su apertura con carácter permanente conllevan la presentación de un estudio técnico en el que se valoren aspectos como la influencia de la obra sobre la costa, efectos del cambio climático, dinámica litoral o afectación de posibles actuaciones de regeneración de las playas y similares. Asimismo los propietarios deben justificar la idoneidad de las obras de acondicionamiento de los locales para proteger a los usuarios de los rigores del invierno.
“Tenemos la certeza de que las condiciones que se exigieron a estas instalaciones para las concesiones otorgadas en marzo de este mismo año facilitan a los chiringuitos que puedan ser transformados en permanente de una manera sencilla y sin inconvenientes para la dinámica litoral ni el Medio Ambiente. Así que todo se reduce a la resolución de la petición administrativa”, sentencia Aragón.