La Ruta de las Casas Monumentales es la nueva ruta turística de Chiclana que se une a las que se han venido poniendo en marcha en los últimos tiempos con el objetivo de “sacarle brillo a todo el patrimonio arquitectónico que tenemos en la ciudad”, a decir del alcalde José María Román. Como son la Ruta Romántica, la Ruta Fenicia, la Ruta Napoleónica, la Ruta ‘Sucedió a orillas del Iro’, o la Ruta de los Puntos Mágicos.
Esta nueva iniciativa se ha presentado en la fachada de la Casa Tenorio, ubicada en la calle García Gutiérrez. La señalética que ahora se estrena indica la ubicación de 17 edificios desde el siglo XVI hasta el siglo XX, que incluyen iglesias, convento, palacetes y otros inmuebles bien conservados, “que suponen una apuesta por el conocimiento de estas casas señoriales en el casco antiguo”.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se señala que que el alcalde ha aprovechado para agradecer la labor de todas las personas que dedican su tiempo a potenciar estas iniciativas, como son José Luis Aragón Panés, Jesús Romero Aragón, Jesús Romero Montalbán o José Antonio Ureba, entre otros muchos.
En esta ocasión, “se han ido configurando una serie de edificaciones de inmenso valor, que suponen algo más que pasear por la calle, ya que sirven para mostrar el porqué del nombre de una calle o de un edificio y su historia”. Además, Román ha reseñado la importancia de contar las cosas y darles valor “y eso es lo que hacemos con estas placas que se han colocado. Estamos contando cuál es la historia de Chiclana a través de su arquitectura”.
LA RUTA COMPLETA
El Palacete del Conde de las Cinco Torres (siglo XVIII) encabeza esta lista, como ejemplo del estilo neoclásico. Construido por José Feduche, ha pasado por varias manos nobles, dejando como legado su histórica fuente, hoy reproducida en la Plaza Mayor. Le sigue el Palacete del Conde del Pinar, obra del primer conde del Pinar, Marcos del Hierro, que enriquecido por el comercio americano dejó su huella en la toponimia local.
También destaca el Palacete del Conde de las Torres, un prototipo de las casas jardín chiclaneras. Este edificio combina el estilo neoclásico con influencias coloniales, mostrando la conexión entre la ciudad y América.
Entre las casas señoriales más importantes está la Casa de Gregorio Collantes, un comerciante que construyó esta vivienda en 1788, testigo de episodios históricos como la Batalla de Bailén. La Casa de Antonio Pizano, por su parte, honra a este benefactor local que impulsó obras civiles y religiosas.
El recorrido nos lleva también a la Casa de los Briones, sede del Museo de Chiclana y de la Fundación Quiñones. Su diseño inspiró la fachada de las actuales casas consistoriales. Igualmente, la Casa de Carlos Presenti, con su característico escudo nobiliario, es un reflejo del auge de la burguesía genovesa afincada en la ciudad.
La Casa de los ‘Cándidos’ nos traslada a los orígenes de la tauromaquia chiclanera. Este lugar fue hogar de José Cándido Expósito, un mulato que alcanzó la fama en las plazas de toros y cuyo legado pasó a su hijo Jerónimo José, creador de la escuela chiclanera de toreo.
La Iglesia de San Juan Bautista es, sin duda, la joya del neoclásico religioso gaditano, mientras que el Convento e Iglesia de Jesús Nazareno, del siglo XVII, impresiona con su portada barroca, considerada una de las más bellas de la provincia.
La Iglesia de San Sebastián, con su fachada principal neogótica orientada al río, y la Iglesia de San Telmo, hogar de la Patrona de Chiclana, Nuestra Señora de los Remedios, completan este apartado.
Por otro lado, la Ermita del Santo Cristo de la Vera Cruz es el edificio religioso más antiguo de la ciudad. Su interior conserva la imagen del Santo Cristo, una talla del siglo XVII de origen mexicano.
El Arquillo del Reloj, también conocido como la Torre del Reloj, es un símbolo del Chiclana civil. Construido en el siglo XVIII para alojar el archivo y marcar las horas, hoy funciona como campanario de la Iglesia de San Juan Bautista.
Otro ejemplo destacado es el Hospital del Niño Jesús, construido en el siglo XVI y remodelado en el XVIII con elementos neoclásicos. Este edificio conserva en su interior tres retablos barrocos y ha sido testigo de diversos usos, desde la enseñanza hasta la asistencia sanitaria.
En el siglo XIX, cuando los balnearios eran la moda en Europa, el Balneario de Brake, construido por Madame Liní, se convirtió en un referente en Chiclana. Aunque su estructura original está algo oculta, sigue siendo un símbolo de la elegancia y la relajación de otra época.
Y el Palacete de Alejandro Risso, construido en el siglo XVIII, es otro de los edificios más emblemáticos. En 1928, este lugar se convirtió en sede del Ayuntamiento, marcando un hito como una de las primeras construcciones de cemento armado en España. Remodelado entre 2007 y 2011, conserva su importancia histórica.