El alcalde de Chiclana, José María Román, y su concejal de Hacienda, Joaquín Guerrero, ambos en funciones, han hecho balance del estado de las cuentas municipales, a raíz de la liquidación del presupuesto de 2018 y pensando en la situación del Ayuntamiento de cara al nuevo mandato.
Así, como primer dato, se resalta que el remanente (negativo) de Tesorería para gastos generales ha pasado de 13,2 millones de euros a 10,5 en este último ejercicio. “De esta forma, tras la bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) –por parte del gobierno precedente del PP-, que nos llevó a un déficit de 16,6 millones en 2016, logramos reducir en 2017 a 13,2 millones y en este último año 2018 se ha quedado en 10,5 millones”, subraya el primer edil socialista.
Por otro lado, en relación al pendiente de cobro, se ha pasado 69,9 millones a 70,2 millones: “pese a lo que se ha dicho electoralmente de la presión fiscal sobre las personas, los datos demuestran que es exactamente lo mismo”, ha comentado Román, quien, por contra, ha resaltado que “sí ha habido una reducción significativa del pendiente de pago del Ayuntamiento, puesto que hemos pasado de 36,1 millones a 29,3, por lo que se ha reducido el pendiente de pago en 7 millones”.
Asimismo, en cuanto al periodo medio de pago a proveedores, el Consistorio chiclanero ha pasado de una demora de 85,5 días en 2015 a 39,5 días en la actualidad, reduciéndose así en más de la mitad (aunque todavía por encima del plazo legal de 30 días como máximo).
“Salvo situaciones ajenas al Ayuntamiento, todas las facturas certificadas hasta el mes de marzo están ya pagadas, restando aún por pagar facturas de abril, mayo y de los días que llevamos de junio”, ha asegurado el alcalde; quien ha aclarado que “estos datos son coincidentes en el Ayuntamiento y Emsisa”. En el caso de la empresa municipal Chiclana Natural, el periodo de pago a proveedores se sitúa en 67,3 días, “muy lejos de las peores cifras de la sociedad, ya que hubo momentos en los que se pagaba a un año”.
Y, por último, en relación a la deuda financiera, el Ayuntamiento ha pasado de deber a los bancos unos 79 millones de euros en 2015 a 58 millones en la actualidad, lo que supone una reducción de 21 millones en cuatro años.
“En definitiva –ha recalcado Román-, hemos reducido la deuda financiera, se ha reducido el periodo medio de pago a proveedores en más de la mitad y se ha reducido significativamente el remanente (negativo) de Tesorería”. “Todo ello va asociado a las buenas cifras globales de la ciudad”, opina.