CSIF ha mostrado su apoyo a la médico agredida hace unos días en su consulta, en el servicio de Urgencias de La Longuera, en Chiclana. La profesional pudo salir de la consulta sin sufrir daños físicos a pesar de ser amenazada con arma blanca por un paciente. Este sindicato se queja de que este centro no cuente con vigilancia ni un sistema de alarma para pedir auxilio.
CSIF ha mostrado su apoyo a la médico agredida hace unos días en su consulta, en el servicio de Urgencias de La Longuera, en Chiclana. La profesional pudo salir de la consulta sin sufrir daños físicos a pesar de ser amenazada con arma blanca por un paciente.
Al respecto, este sindicato vuelve a insistir al Servicio Andaluz de Salud (SAS) sobre la necesidad de aportar vigilantes de seguridad en este centro, “de gran demanda en el municipio y alto grado de conflictividad”, que puedan socorrer en los primeros momentos a cualquier profesional o usuario que lo necesite. Al mismo tiempo, critica que los trabajadores de este centro siguen sin contar con un sistema de alarma que les permita pedir auxilio en situaciones extremas como la vivida por esta médico recientemente.
En un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, CSIF afirma que no dejará de ofrecer su ayuda y asesoramiento a los profesionales que sufran cualquier tipo de agresión, ya sea física o psíquica, y seguirá insistiendo en la responsabilidad del SAS, “que es quien debe poner todos los medios a su alcance para evitar las agresiones y ataques a los profesionales”.
Por otro lado, se señala que aunque en ningún caso se puede justificar la violencia, “estas agresiones se deben, en algunas ocasiones, a las enormes colas y tiempos de espera que tienen que aguantar los usuarios debido a los injustos recortes que, constantemente, está llevando a cabo la administración andaluza”.
El Colegio de Médicos de la provincia de Cádiz también ha mostrado su enérgica repulsa ante el intento de agresión sufrido por esta médico; y ha insistido en la importancia de que todos los profesionales formalicen denuncia ante cualquier episodio de amenaza o agresión, tanto física como verbal, de que sean víctima en el ejercicio de su labor asistencial.