El Ayuntamiento de Chiclana ha acometido mejoras en los últimos días en el Teatro Moderno, y en concreto en el palco Platea, cuyas dos últimas filas tenían visibilidad reducida, lo que dificultaba a los espectadores poder disfrutar de las actuaciones, además de provocar que en determinados espectáculos no pudieran ponerse a la venta estas entradas.
De esta forma, la concejalía de Cultura ha invertido cerca de 5.300 euros en las obras necesarias para mejorar la visibilidad de esta parte de la grada alta del Moderno.
Las obras, que han sido ejecutadas por la empresa Manuel Carreño Parro, han consistido en el desmontado de las dos últimas filas del palco Platea, tanto los asientos como las tarimas de maderas donde se situaban, para posteriormente elevar dichas filas hasta la altura suficiente para que los espectadores puedan ver todo el escenario sin el inconveniente de la presencia de personas en las filas anteriores. Asimismo, se ha creado dos escalones más de acceso a dichas filas y, finalmente, se ha vuelto a instalar la moqueta en el suelo.
Por otro lado, como consecuencia de modificar la plataforma para elevar las dos últimas filas, también se ha modificado la iluminación de emergencia situada junto a las escaleras de acceso a la grada. En este caso, esta pequeña actuación ha sido ejecutada por parados beneficiarios del plan Emple@Joven de la Junta de Andalucía y que realiza las labores de electricistas.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la concejala de Cultura, Pepa Vela, repite que “decidimos actuar al respecto y elevar estas dos filas la altura suficiente para que el público asistente disfrutara de una visibilidad completa del escenario”. “Creemos, por tanto, que se trata de una inversión muy necesaria, con el objetivo de facilitar a los espectadores poder disfrutar de las actuaciones”, incide.
Y MEJORAS EN EL ARCHIVO HISTÓRICO
Por otro lado, también con responsabilidad de la concejalía de Cultura, el Archivo Histórico Municipal ha emprendido una serie de iniciativas sobre la conservación de su fondo, con el objetivo de mejorar el valioso patrimonio documental que alberga, así como el servicio al ciudadano e investigador.
Para tal fin, se ha procedido a la compra de distinto material de conservación, así como de planeros con los que custodiar una cartelería y cartografía que se remonta, en algunas piezas, al siglo XIX. “Estamos hablando de documentos que, no solo poseen una gran importancia histórica y documental en sí mismas, sino que en muchos casos, aún se siguen empleando como material probatorio en procesos judiciales”, anota Vela.
Así pues, ante la creciente demanda de investigadores, que rozan las 600 consultas anuales y que en tan sólo dos años se ha cuadruplicado su número, se ha emprendido una línea de preservación de los documentos basada en la digitalización de parte del fondo documental del Archivo.
El Archivo Histórico Municipal, además de ser un apoyo básico en la labor administrativa del resto de departamentos y servicios del Ayuntamiento, posee documentos desde mediados del siglo XVI que, sumado al volumen de documentación histórica que lo conforma, lo convierte en la principal fuente documental de cualquier estudio histórico sobre la ciudad.