Alrumbo Festival anunciaba en febrero que este verano volverá a celebrarse en Chiclana –donde nació, tras varias ediciones en Rota y Chipiona- en un recinto en plena naturaleza “de mayor tamaño y mejores prestaciones” en el Novo Sancti Petri,, del 12 al 15 de julio. Y con un aval notable, los números de 2016; su séptima edición arrojó un balance de más de 60 artistas nacionales e internacionales, 150.000 personas y 15 millones de euros de retorno económico.
Sin embargo, en los últimos días está cristalizando un movimiento en contra de este evento masivo entre vecinos de la zona de la Loma, el Novo o Roche, que han llegado incluso a constituirse en la asociación Amigos de la Costa Chiclana-Conil con la que quieren luchar contra el evento que, sospechan, tendría “graves consecuencias para la zona en flora, fauna y su turismo de calidad”. “Podemos ver la experiencia que han sufrido en otros términos municipales que en ediciones anteriores han acogido este evento, como Rota y Chipiona, para prever lo que se avecina”, se alarma.
Ante ello, la organización del macrofestival ha querido defenderse de estas acusaciones, subrayando en principio que el proyecto de Alrumbo Festival 2017 “tiene en cuenta desde el primer momento la protección paisajística del entorno, tal y como lo ha tenido en sus ediciones anteriores, y es por ello que todas las infraestructuras planteadas transforman poco o nada el entorno, debido a su carácter temporal o efímero”. Esto es, todo el proyecto del festival “se basa en estructuras desmontables, para que una vez terminada la celebración del mismo puedan retirarse de inmediato, quedando el espacio utilizado en las mismas condiciones en las que se encontraban”. Es más, la única intervención detectable “será la limpieza y poda de pinos, y el restablecimiento de la cubierta vegetal de las zonas actualmente en desuso, por lo que puede considerarse una intervención además positiva para el entorno”.
Para conseguir este objetivo la organización asegura en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que trabaja en coordinación y colaboración con las autoridades pertinentes, al igual que se realiza una vez el evento en funcionamiento. De este modo, Alrumbo “siempre cuenta con la colaboración inestimable de las Fuerzas de Seguridad del Estado, con efectivos suficientes para poner en marcha un dispositivo de tráfico y seguridad durante el festival que ha garantizado en todas las anteriores ediciones la óptima celebración del mismo”. De hecho, se subraya, “jamás se ha detectado en ninguna edición hasta el momento incidente reseñable alguno”. Es más, se agradece el comportamiento “siempre ejemplar” del público “que colabora en todo momento en que este despliegue de seguridad cumpla con sus objetivos”. Y se puntualiza que la asistencia al festival por día “no ha superado en momento alguno las 50.000 personas”. Esas 150.000 asistentes es la suma de cuatro jornadas.
IMPACTO MEDIOAMBIENTAL Y ECONÓMICO
También se aclara que la finca en cuestión en la que se plantea este espectáculo no es municipal –como también ha desmentido el propio Ayuntamiento-, es privada, “actualmente en propiedad de la organización del festival”, y tampoco pertenece de modo alguno a la finca colindante, conocida como Dehesa del Campano. Se trata hoy día de una parcela actualmente en desuso “y que, tras la realización de este evento, la zona quedará mucho más protegida ante incendios”.
Por otro lado, Etnirocker Producciones, empresa promotora, lamenta el desafortunado comentario desde dicha asociación contraria al festival referente a “los daños irreparables, con la muerte de animales y destrucción de la flora”. A colación recuerda su compromiso adquirido con el medio ambiente desde sus inicios. Por ejemplo, entre sus actividades principales se encuentra Alrumbo Green que cuenta con acciones tales como la recogida selectiva de residuos -que tras dos años de implantación ha recuperado más del 87% de los residuos generados durante el festival para su reciclaje (envases, vidrios, aceite, etcétera)-. Otra muestra radica en la retirada de especies protegidas de animales antes de iniciar cualquier actividad o trabajo en la zona. Así, mediante una acción coordinada con asociaciones y agentes ecologistas de la zona y la propia consejería de Medio Ambiente, se protegió en la edición anterior del festival a un total de 35 ejemplares de culebra, más de 700 ejemplares de anfibios y 20 nidos de aves, mediante el traslado cuidado de animales o incluso conviviendo con las aves hasta que salían por sí mismas de los nidos. Además están las campañas de concienciación entre los asistentes.
Por último, y ante la necesidad también esgrimida de estos vecinos de “evitar daños irreparables al turismo de calidad” de la zona, la organización insiste en que la pasada edición del festival supuso un retorno económico superior a los 15 millones de euros. “Una cantidad similar a la que se espera en esta nueva edición en Chiclana y que supone sin duda una más que considerable inyección económica a la zona”. Además, Alrumbo Festival dice caracterizarse hasta el momento por constituirse como “una fuerza motivadora de empleo”, como lo demuestra sus más de 700 altas de Seguridad Social en personal trabajador directo o las más de 50 empresas proveedoras que mantienen una relación laboral con el festival.
Igualmente se apostilla que en las siete ediciones hasta el momento, Alrumbo Festival “se ha erigido en una propuesta cultural indispensable en Cádiz, Andalucía y el sur de nuestro país, así como en un destino turístico para jóvenes de toda España. Demostrando con esfuerzo y dedicación que la cultura y el ocio son fuentes de riqueza para las localidades que acogen este tipo de festivales, como demuestran otros muchos ejemplos por toda la geografía nacional”.
De este modo, los promotores de Alrumbo Festival consideran que este evento pone en valor la localidad chiclanera “como ciudad vacacional para toda una nueva generación de turistas en años venideros. Y además, gracias a un evento sostenible y respetuoso con el entorno –medioambiental, hostelero, ciudadano- que le rodea, no solo no perjudicando al mismo sino esforzándose en todo momento en crear iniciativas y medidas que lo mejoren”.
En caso de incendio sólo existe un acceso y salida para todo el mundo que normalmente en julio se encuentra colapsado. La carretera de entrada al recinto no tendrá iluminación y es una de las carreteras más transitadas en verano, el peligro de atropello es muy alto, además no hay aceras ni arcén seguro para las personas en esa carretera. El miedo de los vecinos por la seguridad en mi opinión es muy importante. El ayuntamiento y etnoroker no se harán responsables de cualquier incendio ya lo dijeron en una reunión. Así que la seguridad de los vecinos es todavía peor que la de los participantes.
Transitada? Vivo en esa carretera y para nada es de las más transitadas. Seguro que tienen previsto temas de iluminación y señalización para peatones. Por favor,hay que tener un poco más de lógica y argumentos sobre todo para hacer esté tipo de comentarios. Veo que hay mucha crispación entre los vecinos del Novo y no somos la mayoría para nada los que estamos en contra, es más esa asociación no nos representa.