La Guardia Civil ha desmantelado en Chiclana una macro plantación de marihuana en un chalet, donde se había instalado todo un complejo sistema eléctrico –conectado además de forma fraudulenta a la red pública-, que incluía diferenciales, equipos de aire acondicionado y todo un laberinto de iluminación, extractores y humidificadores. Como consecuencia de la explotación de esta operación se han detenido a tres personas, quienes además tenían alquilado otra vivienda que usaban como almacén.
La Guardia Civil ha desmantelado en Chiclana una macro plantación de marihuana ubicada en un chalet, donde se había instalado todo un complejo sistema eléctrico, que incluía multitud de diferenciales, equipos de aire acondicionado y todo un laberinto de iluminación, extractores y humidificadores.
Como consecuencia de la explotación de esta operación denominada Pichón se han detenido a tres personas como responsables de la plantación, e incautado 540 plantas de marihuana, dos turismos, más de 14.500 euros en metálico y gran cantidad de elementos para el cultivo que se realizaba. Los detenidos han ingresado en prisión como presuntos autores de los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico.
Según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, la investigación se inició cuando el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil de Cádiz tuvo conocimiento de que en un chalet de la localidad se estaba produciendo un trasiego sospecho de personas y vehículos poco habitual en la zona.
Por todo ello, los guardias civiles procedieron a montar dispositivos de vigilancia en las inmediaciones y a realizar diversos controles de actividades al objeto de verificar qué era lo que se estaba produciendo en dicho domicilio.
Los agentes pudieron conocer que tres personas, dos hombres y una mujer, habrían alquilado dos chalets, manteniendo uno de ellos totalmente cerrado, con las ventanas y orificios tapados por planchas de madera, además de tener en el exterior del inmueble tres perros de gran tamaño. En cada salida y entrada de vehículos, las personas que se encontraban en el interior guardaban grandes medidas de contra vigilancia. Todo ello unido a que la vivienda se encontraba en una calle sin salida, confirmaba que los investigados “querían evitar cualquier observación desde el exterior”.
Las vigilancias desvelaron que el otro domicilio alquilado, se podría estar utilizando como almacén, debido a que los investigados sólo permanecían dentro durante un espacio de tiempo muy corto. Ante la sospecha de que en ambos chalets se hubiese montado un punto de almacenaje de estupefacientes, un punto de elaboración y adulteración de sustancias o una plantación ilegal de marihuana, los guardias civiles solicitaron a la Autoridad Judicial los correspondientes mandamientos de entrada y registro.
TRAS LA INVESTIGACIÓN, LOS REGISTROS
En el primer registro efectuado, los guardias civiles se encontraron con todo un entramado eléctrico, que de manera ilegal se había conectado al alumbrado público mediante el soterramiento de los cables, con la intención de que el excesivo consumo de energía no delatara sus ilícitas actividades. Además de las 540 plantas de marihuana, se intervinieron gran cantidad de materiales que conforman todo el entramado del cultivo en los invernaderos, cuatro grandes sistemas de aire acondicionado, luces, ventiladores, humidificadores, así como abonos y fertilizantes para acelerar y mejorar el crecimiento de las plantas.
En el registro efectuado en la segunda vivienda, se constató que la misma se utilizaba como punto de almacenaje y envasado para la droga, incautando numerosos efectos y anotaciones de la actividad ilícita, así como 14.580 euros en efectivo y diversos efectos que los relacionaban directamente con los delitos investigados.
Ante las evidencias con las que contaban, se procedió a la detención de las tres personas responsables del ilícito negocio, como presuntos autores de un delito de elaboración y cultivo de drogas, pertenencia a organización criminal, además de otro de defraudación de fluidos.
Tras realizar la plena identificación de los detenidos, resultaron ser un vecino de Munguía (Vizcaya), una vecina de Alcalá de Henares (Madrid) y una persona natural de Taichira (Venezuela), todos con más de treinta años de edad, quedando junto con los efectos intervenidos, a disposición del titular del Juzgado número 5 de Chiclana, quien decretó el ingreso en prisión para los tres.
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