El concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Chiclana ha presentado el balance del Plan Municipal de Vivienda y Suelo que se ha desarrollado en los últimos seis meses gracias a parados contratados por el programa Emple@Joven de la Junta. Este proyecto ha evaluado la situación de la demanda de vivienda en la localidad y propone cuatro medidas: dar salida al stock de viviendas vacías, impulsar la rehabilitación y la mejora de la accesiblidad, dignificar infraviviendas y el estudio de la construcción de nuevas promociones de VPO.
El concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Chiclana, Andrés Núñez, ha presentado el balance del Plan Municipal de Vivienda y Suelo que se ha desarrollado en los últimos seis meses gracias al trabajo de parados contratados temporalmente a través del programa Emple@Joven de la Junta de Andalucía. En él han participado Ana Rocío Alba, Javier Carmona, Alejandro Domínguez, Mauricio Mejías, Mauricio Tejedor y Lourdes Torres; todos ellos han estado presentes junto al edil del PP durante su comparecencia.
Este Plan Municipal de Vivienda tendrá una vigencia de diez años desde su aprobación definitiva y deberá ser revisado cada dos años o de acuerdo a las previsiones que al respecto establezcan los correspondientes planes estatales y autonómicos de vivienda vigentes, pudiéndose modificar, renovar o prorrogar el existente. De la misma manera, este proyecto –todo en la teoría, claro- permitirá a Chiclana acogerse a ayudas y subvenciones establecidas en el Plan de Vivienda Estatal 2013-2016, puesto en marcha por el Gobierno central.
En este sentido, Núñez ha hecho hincapié en que “los objetivos prioritarios que hemos perseguido con este plan han sido la creación de una oferta de vivienda completamente adaptada a las necesidades de los demandantes, la determinación de suelos para dar respuesta a dicha oferta residencial, fomentar el alquiler de vivienda como solución a la necesidad de vivienda de aquellos demandantes que no pueden acceder a la misma en régimen de propiedad o en el mercado libre, mantener la función residencial del parque de viviendas existente mediante la rehabilitación, conservación y mejora, así como la erradicación progresiva de la infravivienda”.
Para la consecución de estos objetivos, el trabajo se ha estructurado en tres grandes bloques: estudio y diagnóstico, definición de objetivos y estrategias y programas de actuación. Dentro del bloque analítico se han determinado las necesidades de vivienda de la población, no solo de la demanda subyacente y latente, sino también de la demanda futura.
CUATRO PROPUESTAS
En la misma línea, Núñez ha explicado que “una vez logrados los objetivos que nos marcamos al comienzo del proyecto y realizado el pertinente análisis de necesidad de vivienda en Chiclana”, el Plan Municipal de Vivienda incluye cuatro propuestas de mejora de la actual situación: “dar salida al importante stock de viviendas vacías, impulsar la rehabilitación y mejorar la accesibilidad a las mismas, transformar las infraviviendas en viviendas dignas y estudiar la construcción de nuevas promociones de viviendas protegidas”.
En cuanto a la primera propuesta, se estima que en la localidad existen algo más de 3.000 viviendas vacías, sobre las cuales se propone la creación de programas para el alquiler social de viviendas deshabitadas, cuyos beneficiarios serán los Demandantes de Vivienda Protegida inscritos en el registro de la empresa pública Emsisa.
Respecto a la segunda propuesta, se trata de modernizar los inmuebles ya existentes y su función residencial, potenciando así la calidad de vida y adaptando los conjuntos residenciales a los parámetros de habitabilidad y eficiencia energética propios del siglo XXI. Con esta propuesta, se calcula que se podrían modernizar 1.000 viviendas, apostando por la cooperación y colaboración económica de entidades, administración pública, agrupaciones, propietarios y colectivos. Esta medida está relacionada con la tercera propuesta, dado que la modernización de inmuebles propiciaría que las infraviviendas de la ciudad se convertirían en viviendas dignas.
Por último, el estudio de construcción de nuevas promociones de viviendas protegidas tiene por objetivo responder a las necesidades de demanda de inmuebles y de alojamiento transitorio para colectivos en riesgo de exclusión social.
De la misma manera, se ha realizado una proyección sociodemográfica y una previsión de nuevos hogares para conocer la demanda de vivienda que habrá de cubrirse dentro de diez años, que es el ámbito temporal de este Plan Municipal de Vivienda, se ha estudiado las características socio-económicas y familiares de los demandantes de vivienda protegida y de los colectivos que se encuentran en situación o riesgo de exclusión social y residencial. Por otro lado, se ha realizado un extenso trabajo de campo al objeto de conocer las deficiencias y problemáticas del parque de vivienda y del tejido residencial urbano, y por último, se ha analizado el planeamiento urbanístico y la oferta de suelo disponible para promover nuevas viviendas y alojamientos protegidos.
Además, el concejal de Vivienda sentencia que “los ciudadanos han participado desde el primer momento en la redacción de este plan, dado que en él están recogidas sus inquietudes, sugerencias, problemáticas con respecto a su entorno residencial, las deficiencias que presentaban sus barriadas, viviendas y edificios, e igualmente se pretende seguir con la misma línea participativa durante la fase de concreción y ejecución de las propuestas que de este plan han salido”.
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