La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Chiclana ha aprobado el inicio de expediente de enajenación, por el procedimiento de adjudicación directa, de las restantes 167 viviendas de propiedad municipal ubicadas en la barriada de Santa Ana, de las que la empresa pública Emsisa tiene encomendada la gestión.
La formalización se producirá con el otorgamiento de las correspondientes escrituras públicas autorizadas por notario, tras la notificación a las personas adjudicatarias del correspondiente acuerdo. Además, se ha dado luz verde al pliego de cláusulas económico-administrativas que regirá la venta.
El alcalde, José María Román, sostiene que se busca “dar estabilidad a estas 167 familias en lo que a la propiedad de su vivienda se refiere. De esta forma, pasan a ser propietarios de la que ha sido su casa durante tantos años”.
El valor fijado para cada vivienda (de 53,63 metros cuadrados construidos) ha quedado fijado en 7.560,22 euros, más IVA y otros impuestos o gastos aplicables a la transmisión. Emsisa espera ingresar por esta operación algo más de 1,2 millones de euros.
Las viviendas enajenadas deberán ser destinadas por los adquirentes a vivienda habitual, al menos durante el plazo de cuatro años siguientes al de la enajenación.
“Se trata de una acción necesaria en materia vivienda y que la ciudadanía y las familias han venido demandando. Así, respondemos a las necesidades de estas personas y respondemos al compromiso adquirido por este Ayuntamiento con todas estas familias”, insiste el primer edil socialista en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
En el capítulo de vivienda, Román destaca que el equipo de Gobierno ha trabajo en los últimos años “para mejorar en las ayudas a la hipoteca, al alquiler y a la rehabilitación de inmuebles, algo que hemos conseguido con la puesta en marcha de diversos programas”; y resalta “la construcción de nuevas viviendas sociales diez años después”. “Ahora, nos tocaba dar otro paso más y es iniciar este proceso para otorgar la propiedad de las viviendas de Santa Ana a las personas que viven allí”, sentencia.
Desde mayo de 2018 el Ayuntamiento persigue la venta de las 200 viviendas de propiedad municipal de dicha barriada, pero de entrada sólo logró enajenar una treintena.