La portavoz del Gobierno chiclanero ha aclarado que el proceso de adjudicación de las obras de terminación del centro de salud Los Gallos, necesarias para su puesta en marcha comprometida por la Junta, “se está retrasando, por causa no imputable ni al Ejecutivo local ni a los técnicos”. En marzo se cerraba el concurso público con 28 ofertas recibidas, y a partir de ahí, las mejor puntuadas están en situación de baja temeraria. Ello obliga a requerirles más documentación. De momento, las dos más baratas ya han quedado descartadas.
La portavoz del Gobierno chiclanero y concejala de Vías y Obras, Cándida Verdier, ha querido aclarar este jueves que el proceso de adjudicación de las obras de terminación del centro de salud Los Gallos, necesarias para su puesta en marcha algún día comprometida por la Junta de Andalucía, “se está retrasando, por causa no imputable ni al Ejecutivo local ni a los técnicos municipales, ya que es el propio proceso el que demora la situación”.
A finales del pasado mes de enero la Junta de Gobierno Local aprobaba al fin el inicio del expediente para la contratación de las obras y del pliego económico-administrativo, con un presupuesto de licitación que ronda los 1,4 millones de euros.
Hoy día, a decir de Verdier, este proceso se encuentra a falta de determinar la empresa que acometerá las obras. La primera mesa de contratación se celebró el 17 de marzo. “En ese momento, comprobamos que se habían presentado 28 ofertas de distintas empresas interesadas en la realización de dichas obras”, añade la socialista.
La portavoz de PSOE-Ganemos afirma que cuando se presenta un número elevado de ofertas, “suele ser habitual que falte alguna documentación por aportar y por tanto, se suspenda la mesa a fin de que subsanen los posibles errores que pudieren existir”. Y “efectivamente, este caso no fue una excepción y tuvimos que volver a citar nueva mesa de contratación el 28 de marzo para tal fin”. Entonces se admitió el total de las 28 ofertas planteadas y se abrieron los sobres donde se contenía la oferta económica de cada licitador.
Pero entonces se advirtió de que las ofertas que económicamente estaban mejor situadas incurrían en situación de baja temeraria. “La primera de las empresas mejor situadas no justifica su oferta, sino que se ratifica en la documentación que presentó, lo que resulta, a criterio de nuestros técnicos como insuficiente, motivo por el cual tuvimos que acudir a la segunda mejor oferta económica, también en situación de baja temeraria. En este caso, la empresa no ha respondido a la solicitud de justificación, por lo que ha quedado excluida”, relata Cándida Verdier.
Así, ahora se está barajando la tercera mejor oferta planteada, requiriendo, como ha sucedido con las otras empresas ya descartadas, justificación de su oferta económica. “Esto supone en la práctica que se produzcan continuos retrasos, puesto que la normativa administrativa exige que se vuelvan a convocar nuevas mesas de contratación para la comprobación de la documentación que se va requiriendo en cada momento”, insiste la portavoz del equipo de Gobierno en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Asimismo, ha especificado que “de estos detalles están al tanto los grupos políticos, ya que concurren a las mesas de contratación y observan cómo la pulcritud que nos exige la Ley viene a suponer en estos casos retrasos en la adjudicación de las concesiones y contratos administrativos”.
A principio de año, el deseo del bipartito era “poder empezar con estas obras en primavera para que a finales de año estén acabadas y podamos poner este centro de salud en uso cuanto antes”. Obviamente, estas fechas continuarán dilatándose.
“El PSOE proyectó, licitó, ejecutó y recepcionó este edificio. Y ahora no es capaz de arreglarlo. Y lo más grave es que el PSOE crea el problema, y una vez encontrada la solución por parte del PP, mete la mata. Definitivamente, Chiclana no puede estar más tiempo en manos de los socialistas”, ha dejado caer desde la derecha local tras estas últimas noticias al respecto.
UN AMBULATORIO… INTERMINABLE
La construcción de este controvertido centro de salud en el extrarradio fue adjudicada en su momento a la empresa Elsan Pacsa, hoy conocida como Asfaltos y Construcciones Elsan. Estos trabajos se financiaron con fondos procedentes de la Junta, en virtud del convenio suscrito entre el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y este Ayuntamiento con en julio de 2004.
Finalizada la obra y conocidos los informes relativos a defectos observados en la construcción, em noviembre de 2010 se dicta un acuerdo por la Junta de Gobierno Local por el que se requiere a dicha empresa, para el reintegro de la diferencia entre las partidas ejecutadas y las certificadas, así como para la reparación y subsanación de los defectos, concediéndole un plazo de cuatro meses para su realización, bajo apercibimiento de ejecución subsidiaria a costa del contratista, con cargo a las garantías definitivas así como a las obligaciones de pago pendientes.
Interpuesto recurso contencioso-administrativo por dicha mercantil, en 2011 se acuerda la suspensión de la ejecución del acto impugnado exclusivamente en cuanto a las obligaciones pecuniarias establecidas en la resolución originaria impugnada. Y ese mismo año, el Ayuntamiento requiere de nuevo a la empresa la ejecución de las obras necesarias de reparación y subsanación de las deficiencias. La contratista no respondió y en abril de 2015 se acordó ejecutar subsidiariamente esta reparación. A todo ello siguió el acuerdo firmado el pasado 21 de diciembre de 2016.
En junio del pasado año el SAS y el Consistorio escenificaron la firma del protocolo que persigue la apertura de una vez de este ambulatorio estancado. La administración local se comprometía a realizar las actuaciones necesarias para subsanar los defectos de construcción del edificio y la Junta a adscribirlo a su red de centros sanitarios de atención primaria. Entonces se aseguraba que las obras la ejecutaría de forma subsidiaria la empresa municipal Emsisa, y que estarían rematadas a principios de 2017.
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