La liquidación del presupuesto del Ayuntamiento de Chiclana de 2019 sigue arrojando números negativos, pese a la mejora económica a nivel general (antes de que llegara la crisis del coronavirus) y, en particular, del propio Consistorio en estos últimos ejercicios.
En este sentido, las cuentas municipales del pasado año se han cerrado con un remanente de Tesorería para gastos generales negativo, un déficit de más de 2,3 millones de euros; mientras que el endeudamiento con las entidades bancarias se mantiene cerca del 90% (concretamente en el 88,4%), lo que supone un total de 68 millones de euros.
Respecto al déficit municipal, desde el Gobierno local se resalta en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz el “esfuerzo por mejorar la situación económica”, al pasarse de 10,5 millones en el ejercicio 2018 a los 2,3 millones de 2019. “Además, llegamos a tener un déficit de 16,6 millones en 2015, lográndose reducir en los últimos ejercicios hasta estos 2,38 millones en este último año”, presume el concejal de Hacienda, Joaquín Guerrero, quien concreta que “esta cifra es similar a la prevista en el plan de saneamiento aprobada por el Ayuntamiento y que se encuentra en vigor, que habla de un déficit de 2,11 millones”.
Como consecuencia de tener un remanente de Tesorería negativo o déficit, el Consistorio chiclanero y su empresa municipal Emsisa no pueden acudir a operaciones financieras o préstamos a largo plazo, que le permita financiar inversiones, por lo que todas las actuaciones que ejecute tienen que financiarse con recursos propios. La otra sociedad municipal, Chiclana Natural, al no consolidar en el endeudamiento del Ayuntamiento, sí puede hacerlo.
Por otro lado, en relación al porcentaje de endeudamiento con los bancos, éste se sitúa en el 88,4%, lo que supone una reducción de más de 14 puntos porcentuales respecto al ejercicio anterior, cuando se situaba en el 102,7%. No obstante, pese a esa bajada, continúa por encima del límite permitido, que se sitúa en el 75%, “por lo que nos queda un esfuerzo importante para situar al Ayuntamiento en números positivos, tras la caótica situación que provocó la temeraria bajada del IBI en el año 2015 por parte del Gobierno del PP”, apostilla por enésima vez Guerrero.
El concejal responsable explica que la mejoría en el déficit y, por consiguiente en el remanente de Tesorería, pese a seguir siendo negativo, “tiene que ver con una mejoría en la provisión de dudoso cobro, que ha pasado de 44,2 millones a 40,9 millones”. Además, en el ejercicio anterior “teníamos un pendiente de cobro de 70,2 millones y ahora de 72,3 millones, es decir, tenemos 2 millones más pendientes de cobro, lo que desmiente aquello que se dice de que el Ayuntamiento está llevando embargos e incrementando la presión de cara al cobro pendiente”; una cuestión que está cedida a la Diputación a través de su servicio de recaudación. “Además, este pendiente de cobro tiene que ver fundamentalmente con el ejercicio corriente”, ha aclarado.
Asimismo, en cuanto a las obligaciones pendientes de pago, éstas se situaban en 29,3 millones en 2018 y se han mantenido al cierre del último ejercicio. “A pesar de que se mantiene igual respecto al ejercicio anterior, sí es cierto que ha habido una disminución de 2 millones de euros respecto a ejercicios presupuestarios de años anteriores”, agrega.
CON ESCASO MARGEN DE MANIOBRA
El edil de Hacienda resume que al contar con un endeudamiento por encima del 75% y al no tener superávit en las cuentas, el Ayuntamiento “no tiene margen de maniobra en cuanto a disponibilidad libre de fondos, incluso con los cambios que pueda llevar a cabo el Gobierno de España en cuanto a que los superávits se puedan emplear para abordar la actual crisis del Covid-19”.
No obstante ha aclarado que “se está llevando a cabo un esfuerzo en este Ayuntamiento por reordenar todo lo previsto presupuestariamente a nivel de ingresos y gastos para adecuarlo a las actuales circunstancias que estamos viviendo”.
De este modo, se llevarán a cabo las oportunas modificaciones de créditos para poder cubrir los distintos convenios con empresarios, hosteleros y comerciantes, además de para afrontar las consecuencias de del confinamiento entre las familias chiclaneras, “teniendo en cuenta el nuevo marco que se va a dar tanto en ingresos como en gastos, debido a las dificultades económicas de las familias y empresas chiclaneras”.
Con todo, este concejal del PSOE subraya el “esfuerzo” que se ha hecho en estos últimos años para reducir el déficit del Ayuntamiento: “ha sido muy importante y no en balde, puesto que ahora, que tenemos unas cuentas más saneadas que en ejercicios anteriores, podremos afrontar de una forma más soportable toda la situación que nos está sobreviniendo y que nos llevará a números negativos y dolorosos para empresas, ciudadanía en general y, por supuesto, para el propio Ayuntamiento”.
“Aún así, estamos en el convencimiento de que el conjunto de medidas que se pueda llevar a cabo desde los gobiernos de España y de Andalucía, así como de la propia Diputación, pueda sumar de cara a remontar estas condiciones adversas y poder volver a situarnos en una senda de crecimiento y de creación de empleo”, sentencia.