La obra del futuro Museo del Vino y la Sal, proyectado en Chiclana, avanza. En estos momentos se está acabando la rehabilitación del edificio y ultimando el jardín. Una comitiva liderada por el alcalde ha querido comprobar personalmente el estado de los trabajos, que todavía contarán con segunda y tercera fase, para las que habrá que buscar la financiación. A la espera de la adaptación museológica, las instalaciones se quieren aprovechar para actos culturales, “como el Belén Viviente”.
La obra del futuro Museo del Vino y la Sal, proyectado en Chiclana, avanza. En estos momentos se está acabando la rehabilitación del edificio y ultimando el jardín. Una comitiva liderada por el alcalde, Ernesto Marín, ha querido comprobar personalmente el estado de los trabajos.
El primer edil del PP ha concretado que actualmente se están terminando los trabajos incluidos en la primera fase, que contempla la rehabilitación de la nave bodeguera que acogerá el museo y la adaptación de un jardín de vides en la zona verde de la Plaza de las Bodegas. Resta el repellado y el pintado de las fachadas que dan al interior de la bodega y al jardín. Estos trabajos estarán finalizados, según las previsiones, a comienzos de noviembre.
Para culminar los trabajos previstos, habrá otra tercera fase –que no tiene fecha concreta aún–, en la que se pondrá en marcha la adecuación de toda la zona administrativa y de servicios del museo. En concreto, se culminará en este proceso el espacio destinados a oficinas, al salón de actos, los almacenes y los aseos. “Esto se hará en una nueva fase, por así decirlo, que se financiará con los 150.000 euros que hemos ahorrado en la fase inicial, y que nos permitirá hacer más cosas con el mismo dinero presupuestado en principio”, ha afirmado Marín.
La segunda fase del Museo del Vino y la Sal se centrará en la adaptación museológica, es decir, la adecuación de las salas. Además, en esta etapa se contempla también la intervención en la fachada principal, según el diseño aprobado. “Se están llevando a cabo negociaciones para conseguir la financiación necesaria para ejecutar esta segunda fase”, ha anotado el alcalde. En este sentido, ha incidido en que “la cantidad será sensiblemente inferior a los 600.000 euros presupuestados en su día, una cifra que es una barbaridad, porque estamos hablando de 100 millones de las antiguas pesetas; nosotros lo haremos por la mitad, aproximadamente”.
Según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, una vez concluido este nuevo espacio cultural, y mientras tanto se finaliza la fase en la que se dotará de contenido al museo, se destinará a la celebración de actos culturales, “como el Belén Viviente”.
Marín interpreta que este futuro Museo del Vino y la Sal es un proyecto que “ampliará la oferta cultural de la ciudad, algo muy beneficioso para el turismo y la creación de riqueza y empleo”, al tiempo que ha destacado el importante trabajo de restauración que se ha llevado a cabo en este edificio situado en la Plaza de las Bodegas.
Entre las actuaciones ya desarrolladas –en las que se invierten 440.00 euros-, se destaca que se ha llevado a cabo un importante trabajo de restauración en las vigas originales del antiguo edificio.