La instalación de pequeñas “bibliotecas libres” en parques y espacios públicos de Chiclana, proyecto promovido desde las concejalías de Cultura y de Medio Ambiente, sigue creciendo desde que se lanzara a finales del año 2022. Desde el presente verano se cuentan con dos nuevos módulos, a la entrada del Centro de Iniciativas Juveniles Box y en la primera pista de La Barrosa, junto a la Oficina de Turismo.
Estos equipamientos se suman a los que ya fueron colocados meses atrás en los parques de Santa Ana, Huerta del Rosario y El Campito, así como en el centro de educación ambiental La mar de posibilidades. De este modo, ahora mismo esta “red de bibliotecas libres” de Chiclana llega a los seis módulos, lo que representa un “motivo de orgullo” para la concejala de Cultura, Susana Rivas.
La mecánica de uso de estas bibliotecas libres es sencilla: las personas pueden retirar un libro y devolverlo a su lugar una vez que lo hayan leído o bien tomar uno prestado y dejar en su lugar otro de su propiedad.
“EL USO RESPONSABLE NOS MOTIVA A APOSTAR POR ESTA RED”
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, esta edil de IU recuerda que el punto de partida de esta iniciativa municipal “no fue otro que reivindicar el derecho a la cultura, fomentando el acceso gratuito a la lectura de todas aquellas personas usuarias de los espacios verdes de la ciudad”.
“Y después de un año y medio de andadura, no podemos estar más felices por la gran acogida con la que ha contado el proyecto. Era una demanda de muchos vecinos a la que seguimos respondiendo con la instalación de estos dos nuevos módulos que amplían la red que existe por toda la ciudad y que se convierte en otro granito de arena para seguir fomentando el acceso a las letras y el espíritu crítico de la ciudadanía”, afirmaba Rivas al presentarse los últimos puntos de la red.
Por su lado, el concejal de Medio Ambiente y compañero también en IU, Roberto Palmero, ha puesto en valor “el uso responsable y el cuidado que los chiclaneros están teniendo con las bibliotecas libres”.
“Una actitud que, sin duda, ha sido la gran motivadora de que sigamos apostando por estos espacios de lectura en lugares amables como la primera pista de La Barrosa, donde las personas que van a la playa tendrán la opción de leer un libro mientras que disfrutan del descanso y el ocio; o la sala Box, donde había una demanda enorme por parte de usuarios por contar con un módulo de lectura en esta zona, donde ya hemos instalado bancos, merenderos, juegos de mesa y un parque de calistenia”.