El apeadero de autobuses en Chiclana junto al río Iro (allí desde que fueron avanzando las obras del tranvía metropolitano y se tuvo que abandonar la plaza de Andalucía), se traslada desde este lunes 3 de septiembre a una nueva ubicación provisional, mientras se ejecuta la construcción del apeadero definitivo.
De este modo, desde finales de la semana pasada está todo listo para el traslado de las dársenas actuales, sitas en la calle Paciano del Barco, a la bolsa de aparcamientos que está prácticamente enfrente, junto al campo municipal de fútbol, comenzando así a operar los servicios de autobuses desde esta nueva ubicación.
Una vez comiencen a usarse las dársenas provisionales, los autobuses y taxis tendrán habilitado un carril en la bolsa de estacionamiento, mientras que los vehículos privados podrán seguir circulando por el carril existente en la calle Paciano del Barco. Por su parte, los peatones tan solo podrán transitar por el paseo existente junto al río Iro, eliminándose provisionalmente el paso entre la bolsa de aparcamientos y la calzada, que actualmente se utiliza, se señala en la información remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Y a su vez, ahora se procederá al cierre de la zona de obra y quedarán habilitadas las sendas peatonales para el tránsito de personas por la zona afectada por los trabajos. Aunque esta prometida y demorada actuación de la consejería de Fomento y Vivienda de la Junta comienza a ser visible ahora, durante los meses de verano se han llevado a cabo trabajos previos de señalización y labores complementarias que no han afectado al tráfico ni a los ciudadanos en general, “con el objeto de respetar la temporada estival con alto nivel de ocupación en el municipio”.
La construcción de un nuevo apeadero de autobuses supone una inversión de casi 236.000 euros. Los trabajos se adjudicaron el pasado mayo a la empresa Odisa y cuentan con un plazo para la ejecución de cinco meses, a partir del inicio de las obras.
UN EDIFICIO “LIGERO Y MUY PERMEABLE”
La construcción de esta infraestructura, que se ubicará en la margen derecha del río Iro frente al campo de fútbol, mejorará considerablemente el servicio a los pasajeros de los autobuses interurbanos, con un edificio particularmente funcional, sencillo y de escaso impacto en su entorno. Reemplazará a las marquesinas y módulos prefabricados que desde 2015 forman el equipamiento provisional que funciona como parada principal de los autobuses.
La actuación, que se desarrolla en virtud de un convenio de colaboración firmado entre el Ayuntamiento y la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía en septiembre de 2017, contempla la construcción de un edificio “ligero y muy permeable”, que dará servicio a los viajeros de autobús, con espacio para la espera y aseos. Además, se distribuirán seis dársenas, en forma de dientes de sierra, para facilitar la parada de los autocares “de forma cómoda y segura”.
La idea, se subraya, está orientada a crear un espacio cubierto, pero transparente, dotado de un diseño sencillo y fácil de identificar como apeadero, de similares características al intercambiador construido en San Fernando (levantado hace ya muchos meses, y que sigue cerrado y sin uso).
El intercambiador tendrá planta rectangular de 13,5 x 6 metros aproximadamente y una sola altura, de manera que “no agrede el entorno urbano en esta margen derecha del río Iro”. Esta permeabilidad con el entorno se consigue a partir de un cerramiento prácticamente acristalado en todo su perímetro, que se encuentra protegido mediante lamas verticales y horizontales, según la orientación de las fachadas. Se consigue de esta forma la protección del sol, sin disminuir el carácter diáfano del espacio.
Las obras del tranvía y la remodelación de la plaza de Andalucía forzaron al Consorcio de Transportes Bahía de Cádiz a modificar la ubicación de la terminal de autobuses, por lo que la consejería de Fomento prometió construir este nuevo apeadero. Aunque llegará con años de retraso.