Técnicos de la consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Chiclana se han reunido este miércoles para dar el visto bueno a los remates finales de obra del prometido apeadero de autobuses levantado en la margen derecha del río Iro; una actuación de la administración regional vinculada también al proyecto del tranvía metropolitano.
Tanto los técnicos autonómicos como municipales han visitado in situ el lugar donde está ubicado el apeadero (en el mismo donde estuvieron los módulos provisionales tras desaparecer la parada principal de autobuses de la plaza de Andalucía al avanzar la obra del tranvía) y han comprobado el buen estado de las obras finalizadas recientemente, a falta de la colocación del mobiliario urbano.
De esta forma, ya se han numerado las seis dársenas, se han colocado las últimas losas y finalizado las obras de evacuación de aguas pluviales, de manera que “se dan por buenos” los últimos remates acordados entre la Junta y el Ayuntamiento.
Tras años demandándose, al fin se proyectó y licitó la obra, y a mediados de mayo de 2018 se anunciaba la adjudicación: la empresa Odisa se ha encargado de levantar esta modesta infraestructura por algo más de 235.000 euros. Entonces se decía que se esperaba que los trabajos comenzaran en la primera quincena de junio. Pero no fue hasta el remate de julio cuando la consejería confirmó el inicio de los mismos, aunque no fueron visibles hasta septiembre; además en ese mes se trasladó la parada provisional a la zona de enfrente, para seguir prestando servicio desde el espacio habilitado junto al campo de fútbol.
El nuevo apeadero estará dotado de bancos, papeleras y un mostrador de atención al público. Una vez colocado el mobiliario urbano se podrá proceder a tramitar entre las dos administraciones el acuerdo de cesión del uso al Consistorio, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, sin concretar posibles fechas.
El edificio modular (de planta rectangular de 13,5 x 6 metros y una sola altura, de manera que “no agrede el entorno urbano en esta margen derecha del río Iro”), que ha sido fabricado fuera de obra por una empresa local y trasladado a su ubicación definitiva, alberga la sala de espera y los aseos, dando respuesta a los usuarios del servicio de transporte en autobús con un edificio “particularmente funcional, sencillo y de escaso impacto en su entorno”, con un cerramiento prácticamente acristalado en todo su perímetro. Ubicado en la margen derecha del río Iro frente al campo de fútbol, las dársenas se han construido con forma de dientes de sierra, para facilitar la parada de los autocares de forma cómoda y segura.
La idea está orientada a crear un espacio cubierto, pero transparente, dotado de un diseño sencillo y fácil de identificar como apeadero, de similares características al apeadero construido en San Fernando (levantado hace ya muchos meses, y que sigue cerrado y sin uso).