Hidralia tiene previsto iniciar en mayo la segunda fase del proyecto de detección temprana de vertidos y alerta de contaminación de las aguas de baño en la costa de Chiclana, iniciativa pionera en España en la que se trabaja desde el pasado octubre. Ahora se estudiará si una posible contaminación del agua viene propiciada por un proceso natural o por la intervención humana.
La empresa Hidralia tiene previsto iniciar la segunda fase del proyecto de detección temprana de vertidos y alerta de contaminación de las aguas de baño en la costa de Chiclana.
Para ello, volverá a fondear en Sancti Petri la plataforma -cuya principal herramienta tecnológica es una boya multiparamétrica- a la que se incorporan nuevos equipos para mejorar la detección de incidencias en la calidad del agua. Esta segunda etapa se completará desde el mes de mayo hasta el final del verano.
El concejal de Playas, Joaquín Páez, destaca en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que “en esta segunda fase, la novedad estriba en la incorporación de sensores adicionales que permitirán ser más precisos en la valoración de la incidencia de una posible contaminación, de tal forma que podrá distinguirse si se trata de un proceso natural o provocado por la intervención humana”.
Las mejoras consisten en la instalación de un sensor adicional de hidrocarburos y de dispositivos sumergibles que permiten determinar las concentraciones promedio de contaminantes en aguas (orgánicos y metales). De este modo, se estudiará la capacidad del sistema para diferenciar las alteraciones de la calidad de las aguas que tengan origen natural de las alteraciones que puedan ser provocadas por factores externos.
Este proyecto está desarrollado por la empresa Hidralia junto con Labaqua y la colaboración de la concejalía de Medio Ambiente, a través de Chiclana Natural. Se iniciaba el pasado mes de octubre con la instalación de una plataforma flotante dotada con sensores de monitorización on-line que permite realizar un seguimiento a tiempo real de la calidad de las aguas. De esta forma, se podrá detectar y reaccionar rápidamente ante cualquier posible episodio de contaminación en la ubicación donde se encuentra instalado el dispositivo.
En la primera fase se ha probado la monitorización de una completa batería de medidas (turbidez, oxígeno disuelto, conductividad, PH, clorofila, entre otros…), cuyo análisis ha permitido conocer la respuesta natural de los distintos parámetros de calidad de las aguas chiclaneras a factores oceanográficos como las mareas u otros factores meteorológicos como lluvias o temporales de viento. Además, ha permitido calibrar y ajustar los distintos sensores de cara a optimizar el funcionamiento de la plataforma de cara a este verano.
INCIDENCIA EN TIEMPO REAL
La aplicación de esta herramienta, pionera en España, permitirá controlar a tiempo real si existe algún tipo de vertido o anomalía en la calidad de las aguas de baño de la playa de Sancti Petri. La detección temprana de posibles episodios de contaminación tendrá como principal beneficio una mayor capacidad de acción ante cualquier riesgo sanitario, lo que conllevará un aumento de la seguridad de los bañistas de la zona, un mejor servicio turístico y la garantía de calidad de la zona costera de Chiclana.
Por otro lado, la realización de este proyecto hará posible conocer la efectividad del sistema para la toma de decisiones en la gestión del uso de las áreas de baño, así como obtener un conocimiento detallado del comportamiento de la calidad de las aguas de baño durante los periodos de monitorización y detectar las posibles afecciones derivadas del tránsito de embarcaciones y la dinámica hidrológica y aportaciones de la Bahía de Cádiz a través del caño de Sancti Petri.
“En caso de tener conocimiento de algún vertido, que pueda perjudicar a los bañistas, podremos actuar inmediatamente, ya que este sistema nos permite conocer cualquier incidencia en tiempo real”, ha insistido Páez, que habla de “un proyecto muy importante para la seguridad y la salud de las personas”.
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