“Es curioso que sonría hasta cuando cuento lo que me pasó”. Con 13 años, entró en el hospital “saltando” y salió en silla de ruedas: “lejos de hundirme, me enorgullece cómo aquel ‘mini Quintero’ pudo superar aquello y salir a delante”. Tres años después ganó su primer oro nacional, y hoy aspira a París 2024.
El deporte es el motor de su vida. Lo que le hace feliz, y su ‘eterna sonrisa’ lo corrobora. No concibe una vida sin deporte. Además, jugó un papel muy importante para superar el quedarse en silla de ruedas con 13 años de edad.
“Siempre he sido muy positivo y la sonrisa es algo que me caracteriza. Pero pensándolo, es curioso que sonría hasta cuando cuento lo que me pasó. Supongo que, en parte, es porque cada vez que lo cuento, lejos de hundirme, automáticamente me emociona, enorgullece o alegra cómo aquel ‘mini Quintero’ pudo superar aquella difícil situación y salir a delante”.
Son palabras del paratriatleta José Manuel Quintero, chiclanero a punto de cumplir los 24 años; quien de niño quería ser de mayor militar y jugador de waterpolo, pero el 10 de julio de 2012 todo cambió: “mis sueños y objetivos se desvanecieron”.
“hasta que no me quedé en silla no sabía que existía el deporte adaptado. Y fíjate hasta dónde he llegado que incluso puedo decir que estoy en la selección española”
Hoy día, con diferentes logros deportivos a nivel nacional e internacional, forma parte del programa ‘Mentor 10’ de la Junta de Andalucía, ya por su cuarta edición, que persigue trasladar en diferentes niveles la formación en valores y la promoción de los hábitos saludables a la población escolar y, al mismo tiempo, constituye un impulso para la formación de los talentos deportivos andaluces.
“Para mí es un orgullo ser parte del programa y compartir equipo con grandísimos deportistas andaluces. Este es el tercer año que pertenezco a este equipo de mentores y desde entonces he vivido experiencias muy bonitas, tanto en centros educativos, como en clubes deportivos y mentorizando a jóvenes deportistas que están comenzando su andadura en el alto rendimiento”, subraya en declaraciones recogidas por la propia Junta.
“Si con mi experiencia de vida, con todo lo que he vivido y he aprendido, puedo ayudar a otras personas a afrontarlo de otra manera, seguiré haciéndolo porque me hace súper feliz. Creo que puedo aportar mucho sobre actitud, valores y sobre deporte adaptado al Mentor 10”, destaca José Manuel de este programa, donde son cuatro los deportistas con discapacidad.
Ahora valora positivamente que cada vez haya más visibilidad sobre el deporte adaptado, y sueña que algún día “la visibilidad que se le da por ejemplo a unos Juegos Paralímpicos fuera la misma que se le da a los Olímpicos. Yo hasta que no me quedé en silla no sabía que existía el deporte adaptado. Y fíjate hasta dónde he llegado que incluso puedo decir que estoy en la selección española y luchando por estar en unos Juegos”. De hecho, trabaja para estar en París 2024.
“ENTRÉ SALTANDO AL HOSPITAL Y SALÍ EN UNA SILLA DE RUEDAS”
A José Manuel Quintero, que practicaba natación desde los 5 años, iniciando la adolescencia la vida le jugó una mala pasada: una operación en la espalda aparentemente sencilla salió mal y lo dejó en silla de ruedas.
“De casualidad me habían visto una mancha o un pequeño bulto en la espalda, al realizar una resonancia magnética por una lesión deportiva que tuve. Esa mancha era un ependimoma, un tumor benigno. Era totalmente asintomático, no me estaba afectando, pero al verlo la doctora nos dijo que lo mejor era operarme. Que sería fácil, que no nos preocupáramos”. Pero la operación no salió como se esperaba y la siguiente noticia que tuvo fue cuando un doctor vino a verlo a la UCI y le dijo que moviera las piernas. No podía moverlas ni las sentía. “Si en 72 horas no has vuelto a mover las piernas estarás en silla de ruedas para toda tu vida”, anunció, destrozando a sus padres, ya que él en esos momentos, aturdido por la fuerte medicación, ni se lo creía, “estaba en mi mundo”.
“la vida es un regalo y nuestra obligación disfrutarla. Por nosotros mismos, por los que nos rodean que quieren vernos bien y por aquellos a los que les gustaría estar compartiéndola”
Con el paso del tiempo, este gaditano se dio cuenta de que su vida había cambiado radicalmente: “entré saltando al hospital y salí en una silla de ruedas”. Ahora reconoce que no cambiaría su vida por la de nadie, que es muy feliz, que tiene sueños y objetivos muy importantes por cumplir. Y que en general disfruta de su vida. Pero en aquellos momentos lo pasó realmente mal.
“La vida es un regalo y nuestra obligación disfrutarla. Por nosotros mismos, por los que nos rodean que quieren vernos bien y por aquellos a los que les gustaría estar compartiéndola, pero se fueron antes de tiempo”, asevera Quintero, que a quienes puedan verse en su compleja situación les diría que “simplemente es un nuevo comienzo. Que es normal al principio estar mal, pero que hay que seguir adelante. Yo en mi caso cambié mis zapatillas por una silla de ruedas, pero sigo siendo el mismo. O yo diría que mejor, porque aprendí mucho de aquella situación. Aprendí a valorar mucho más lo que tengo y a darme cuenta de que tenemos que disfrutar cada día. Y que se apoye en el deporte y que piense que cualquier deporte que se imagine lo podrá hacer, con adaptaciones, pero lo hará”.
TRES AÑOS DESPUÉS, EL PRIMER ORO EN UN CAMPEONATO DE ESPAÑA
Tras la fallida operación, su primera toma de contacto con el deporte fue en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, a donde se trasladó para pasar un largo año “con pocos momentos de felicidad, pero a la vez, muy enriquecedor”. En ese año José Manuel repasa en su web que aprendió mucho: “me cambió la forma de ver la vida. Las cosas que antes de la lesión me parecían un enorme problema pasaron a ser simples tonterías. Me hizo ver que por mucho que planifiques tu vida nunca sabes lo que puede pasar y que hay que disfrutar lo máximo posible el presente”.
“el año en el Hospital de Parapléjicos de Toledo me cambió la forma de ver la vida. Las cosas que antes me parecían un enorme problema pasaron a ser simples tonterías”
Allí la práctica deportiva es parte del proceso rehabilitador. Cuando se enteró se apuntó a todo lo que había: baloncesto, tenis, montar a caballo, tenis de mesa, buceo, tiro… Y natación. Aunque la natación fue “otra lucha”. Porque después de la primera toma de contacto y viendo que sus piernas se hundían, que no podía nadar como antes pensó que nunca iba a disfrutar del agua. No quería nadar. Y ahí estuvieron sus padres, su gran apoyo en los momentos difíciles, para hacerle entrar en razón y ayudarle a superar aquella experiencia tan traumática. En diciembre de 2014 llegó a obtener las mínimas para ir al campeonato de España de natación adaptada.
Quintero señala además como “uno de los momentos más felices de mi vida” el logro de su primera medalla de oro en un campeonato de España con 16 años, entrando además en el equipo de jóvenes promesa de la federación española de natación (y aprobando con notable alto de media Primero de Bachillerato); fue el comienzo de su carrera deportiva a nivel de alto rendimiento: “lo que la hace especial para mí es que esa medalla era la prueba de que había superado aquella difícil situación”.
EL PRÓXIMO RETO, PARÍS 2024
Hoy día practica tres deportes como la natación, el triatlón y el atletismo, pero él se queda con el triatlón: “me parece un deporte super completo, que une tres disciplinas que me encantan y que permiten disfrutar del aire libre y la naturaleza. Gran atractivo siendo de Cádiz. Aunque actualmente estoy centrado en pruebas de velocidad en atletismo algún día volveré al triatlón. Pero antes quiero aprovechar la edad que tengo para seguir trabajando la explosividad y ver hasta dónde puedo llegar en el atletismo”.
“estoy centrado en pruebas de velocidad en atletismo, pero algún día volveré al triatlón. Antes quiero aprovechar la edad que tengo para seguir trabajando la explosividad”
Su gran objetivo de la próxima temporada es volver a clasificarse para el Campeonato del Mundo de atletismo adaptado, que se celebrará en julio, con vistas a optar a estar en los Juegos Paralímpicos de París 2024.
Entre sus logros deportivos, recogidos en la nota remitida por la Junta a DIARIO Bahía de Cádiz, destacan ser campeón del Mundo y de Europa de Duatlón; campeón de España en natación, triatlón y atletismo; récord de España en atletismo (200 m. y 4×100 m.); y cuarto del Mundo y de Europa de atletismo en la prueba de 4×100 m. Y ha recibido reconocimientos, como la Bandera de Andalucía de la provincia de Cádiz, en 2019; Premio al Esfuerzo deportivo en 2018, por la Federación de Periodistas Deportivos de Andalucía; o el galardón Cádiz Joven en la categoría de deporte en 2017, por el Instituto Andaluz de la Juventud.
Además, está becado por la Fundación Andalucía Olímpica (FAO) por tercer año consecutivo, y no duda en agradecer estas ayudas para los deportistas de alto rendimiento: “son más que importantes, son fundamentales. Especialmente cuando hablamos de deporte adaptado o paralímpico, donde los costes son más altos y además es más difícil encontrar financiación”. Por ejemplo, una bicicleta de competición puede llegar a costar 10.000 euros, pero una bici adaptada como la que él usa, que se llama handbike, cuesta casi 20.000 euros.
A ello se suma que competir requiere viajar a nivel nacional e internacional “y normalmente, incluso estando en la selección española, en los deportes adaptados, la federación no paga todos los campeonatos. Solo algunos de ellos, los más importantes. Pero para llegar ahí, tienes que haber competido previamente y eso sale del bolsillo del deportista o de sus patrocinadores si los consigue. Es por ello que estoy tan agradecido a mis patrocinadores y a las instituciones que hacen posible que pueda estar viviendo este sueño”. Entre ellos, la Diputación gaditana, Ortopedia Garo y Cola Cao.
FUTURO VINCULADO AL DEPORTE
José Manuel sigue viviendo en su Chiclana, donde entrena de lunes a domingo y la mayor parte de los días dobla sesión. Además, no deja la formación académica de lado, estudia inglés y también es entrenador en un club de triatlón, tras sacarse recientemente el curso de nivel 1. Además de ir al fisio, organizar la temporada, o buscar patrocinadores. Pero todo vinculado al deporte.
De hecho, le gustaría dedicarse al deporte de competición muchos años y cuando termine su carrera de élite seguir vinculado a él. Es por ello que se sigue formando como entrenador y además le gustaría empezar en otras áreas, como son la nutrición o la psicología deportiva.