La Guardia Civil ha resuelto 13 años después el llamado ‘crimen del churrero’: Antonio Romero y su esposa Manuela, con casi 80 años de edad, fueron brutalmente atacados mientras dormían en su domicilio de Chiclana, de madrugada y sin ninguna posibilidad de defenderse. Ahora, en el marco de la operación Algoritmo, los investigadores han identificado y detenido a los cuatro autores de los asesinatos, pertenecientes una organización criminal itinerante de origen Balcánico que durante más de 15 años ha operado en varios países europeos.
Este crimen, según relatan desde la Benemérita, se convirtió en un “objetivo prioritario” para sus investigadores, que “nunca abandonaron la investigación”, hasta su total esclarecimiento 13 años después, en la que se han identificado y detenido a cuatro personas, presuntas implicadas. Para llevar a buen puerto la operación, los agentes han viajado a Francia y Austria para detener a dos de los asesinos mediante comisiones rogatorias internacionales coordinadas por la Fiscalía de Cooperación Internacional General del Estado.
ASESINADOS POR 10.000 EUROS
En la madrugada del 23 de septiembre de 2004, un grupo de cuatro hombres con manifiesta intención de robar, asaltaron una vivienda en Chiclana. Allí se encontraban durmiendo Antonio Romero Núñez, conocido como ‘el churrero’, de 78 años de edad y su esposa Manuela Núñéz Núñez de 79 años.
El objetivo de los asaltantes era abrir la caja fuerte del inmueble, presumían que allí había una gran cantidad de dinero. La violencia que emplearon fue “tan extrema”, que los golpes causaron la muerte inmediata de Antonio y provocaron lesiones graves a Manuela, la cual murió meses después a consecuencia de la agresión. “Los informes médicos revelaron el infierno que sufrió Manuela durante los meses que se mantuvo con vida hasta fallecer”, recuerdan desde la Guardia Civil en la información trasladada a DIARIO Bahía de Cádiz.
José Manuel, uno de los hijos del matrimonio, visitaba a sus padres cada mañana; fue quien los halló en la vivienda y alertó a la Guardia Civil y a los servicios sanitarios, quienes certificaron la muerte violenta de su padre y trasladaron a su madre al hospital en estado crítico.
Los delincuentes habían registrado completamente la casa y se habían llevado unos 10.000 euros. Tras el levantamiento del cadáver se realizó una inspección ocular pormenorizada en la que se recogieron numerosos vestigios que “han resultado de sumo interés para la investigación”, destacando un pequeño reguero de sangre que uno de los asaltantes dejó en el muro por el que accedieron a la vivienda.
TRAS UNA DÉCADA DE INVESTIGACIONES INFRUCTUOSAS, EN 2014 SE EMPEZÓ DE CERO
Tras 10 años de investigaciones y de seguir hasta 30 líneas de investigación, los guardias civiles habían tomado muestras de ADN, pedido colaboración ciudadana, se investigó a delincuentes y toxicómanos de la zona, a familiares, se analizaron cuentas bancarias, tráficos de llamadas, cartas anónimas, listas de urgencias de centros médicos, se llevaron a cabo intervenciones telefónicas y registros domiciliarios infructuosos, se reconstruyó la vida del matrimonio en los últimos años analizándose en profundidad su vida, familiares, amistades, personalidad, forma de relacionarse, gustos etc., sin que se obtuvieran resultados positivos, únicamente llegaban a descartar hipótesis sin que ninguna condujera la investigación al lugar adecuado.
Pero, se insiste, el ‘crimen del churrero’ era un caso de asesinato “nunca olvidado” y tras varias reaperturas fallidas, es en 2014 cuando la operación Algoritmo se reabrió de manera definitiva hasta su resolución. Para ello se volvieron a analizar exhaustivamente cada uno de los atestados instruidos, líneas de investigación, informes operativos, fichas de objetivos y cualquier documento, anotación y organigrama elaborados por los anteriores investigadores. Se empezó “de cero”.
Las investigaciones llevadas a cabo en esta última etapa, se basaron en la teoría de que los asesinos de Antonio y Manuela tenían que ser delincuentes especializados en el robo en viviendas y que éstos habían dejado restos biológicos en el inmueble asaltado. En base a esta tesis, se trabajó en la identificación de este tipo de delincuentes y en la obtención de sus perfiles genéticos para cotejarlos con las muestras dubitadas halladas en la vivienda.
Esta línea de investigación resultó además muy complicada debido al tiempo transcurrido, corría el año 2014 y había que identificar ladrones de viviendas que actuaron una década antes. Además el robo en interior de casas es un delito algo común por lo que la lista de delincuentes con estos antecedentes era bastante amplia. Otra dificultad añadida fue el hecho de que la mayoría de ellos carecían de reseña genética ya que en 2004 no estaba instaurada del todo este tipo de reseña.
Todas las investigaciones llevaron a los agentes a identificar a una organización de origen balcánico dedicada al robo de viviendas y que pudo operar en aquella época en las provincias de Sevilla y Cádiz. Estaba formada por unos 30 individuos de la antigua exYugoslavia, con antecedentes violentos y con delitos cometidos en distintos países de Europa y en varias provincias españolas. Se trataba de una organización itinerante cuyos miembros lograban circular libremente por Europa mediante la utilización de distintas identidades. A uno de los ahora detenidos le constan 13 identidades distintas sólo en el Estado español.
A través de un minucioso trabajo de investigación, se llegó a obtener un resultado positivo en ADN que situaba a uno de los investigados en la casa del los fallecido la noche de autos, por lo que a partir de aquí los trabajos se fueron acelerando, a pesar de lo complicado que es investigar y seguir el rastro a este tipo de delincuentes.
Tras la localización, detención e ingreso en prisión a principios de 2016 en Sevilla de A.S. de 41 años de edad y natural de Skopje (Macedonia), las investigaciones se fueron acelerando, hasta dar con la pista de E.B., de 58 años de edad y natural de Orasje (Bosnia Herzegobina), cuya detención se practicó en Sevilla en mayo de 2016.
Después de estas detenciones, identificó a los otros dos integrantes del grupo que cometieron el asalto, S.S. de 30 años de edad, natural de Macedonia, menor de edad en el momento de los hechos, y que en la actualidad se encuentra cumpliendo condena en Nantes (Francia) por hechos de similar naturaleza. El grupo lo completaba Z.B. de 38 años de edad y natural de Kosovo, el cual se encontraba cumpliendo condena en Austria en el momento de solicitar su extradición a España, si bien, antes de formalizarse, protagonizó una fuga de la prisión donde estaba recluido que le llevó a esconderse en numerosos países europeos; en el momento de ser detenido de nuevo, utilizaba 13 identidades diferentes. Tras su nuevo ingreso en prisión, fue extraditado a España tras aprobarse la comisión rogatoria internacional que permitía su traslado.
Con estas detenciones se pone fin a una de las “más complejas” investigaciones por asesinato llevadas a cabo por la Guardia Civil, y donde los avances en materia de criminalística y la excelente cooperación entre cuerpos policiales de la UE y autoridades judiciales a nivel internacional han resultado determinantes.
Las investigaciones han sido tuteladas por al titular del Juzgado de Instrucción número de los de Chiclana. El Coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Cádiz, Alfonso Rodríguez, junto al subdelegado del Gobierno, Agustín Muñoz, ofrecieron este lunes detalles de la operación, una vez que el secreto de sumario se ha levantado.