Desde noviembre de 2022 y durante ocho meses se alargó el conflicto de Panificadora Butrón, en Chiclana, aunque tuvo eco hasta en el Parlamento Europeo: la huelga indefinida de una veintena de sus empleados que denunciaban condiciones de precariedad laboral y el despido de compañeros por supuestas “faltas graves”.
En los juicios celebrados en su momento, los tribunales dieron la razón a CGT y condenaron a la empresa por despido improcedente; y también declararon la legalidad de la huelga convocada.
Ahora, casi un año después y tras el recurso presentado por la empresa, la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), le ha dado la vuelta al caso: ha dictado a favor de Panificadora Butrón, contrariando la pasada sentencia del Juzgado de lo Social número 2 de Cádiz.
En este punto, la empresa ha remitido un comunicado a DIARIO Bahía de Cádiz en la que subraya que “no se ha dejado vencer, ha defendido sus derechos, ha respondido con respeto, mesura y moderación, dentro de la legalidad más estricta, a esta indeseable estrategia sindical, que no tenía más objetivo que desestabilizar la actividad productiva”.
“De la misma manera que la empresa tiene que cumplir con sus obligaciones legales, los trabajadores deben regirse por el mismo régimen de obligaciones. La relación empresa trabajador debe contener una conjunción equilibrada de derechos y obligaciones. La huelga sufrida además de ser ilegal, porque así lo ha decretado el TSJA, fue salvaje”, sostienen los dueños, que se preguntan “¿cómo se restaura el honor atacado?, ¿cómo se repone la imagen dañada?, ¿cómo se contrarrestan los insultos recibidos?, ¿cómo se neutralizan las miradas de reproche soportadas?”.
“HEMOS SUFRIDO INSULTOS, DAÑOS EN EL PATRIMONIO, CAMPAÑAS DE BOICOTS, EN ABSOLUTO SILENCIO”
En una primera instancia el Juzgado de lo Social declaró legal la huelga, “a pesar de los numerosos argumentos de la empresa para considerar que había sido convocada en fraude de ley”, señalan los representantes de Panificadora Butrón. Un año después, un tribunal superior, el TSJA en Sevilla sí ha venido a dar la razón a la empresa y la ha declarado ilegal; “huelga promovida y secundada por la central sindical CGT, cuya actitud de hostigamiento a la actividad empresarial ha sido constante y aún hoy se mantiene activa”, se añade.
Del mismo modo, Panificadora Butrón también alude a la sentencia de julio de 2023 en la que se decretó la improcedencia del despido con el que se iniciaba la larga huelga. La empresa considera que ese fallo contrario se debió “más bien por un defecto de forma” del despido, ya que según el juzgado “en ningún momento hubo vulneración de derechos fundamentales, no se atacó la libertad sindical de ningún trabajador”.
“Los Juzgados de lo Social de Cádiz han decretado en estos últimos meses -se agrega- varias sentencias desestimatorias instadas por los trabajadores en huelga y CGT por vulneración de derechos fundamentales por las más diversas y peregrinas causas, vacaciones, plan de igualdad etc. en las que solicitaba de manera temeraria indemnizaciones millonarias”.
Finalmente, esta empresa chiclanera pone el foco en el daño reputacional sufrido, “aún hoy difícilmente cuantificable. Las expresiones de desprecio en búsqueda de un daño gratuito y carentes de toda veracidad, proferidas por los trabajadores en huelga y el sindicato CGT en los medios de comunicación local, provincial y regional han sido muy numerosas”.
“La propiedad de la empresa, sus dirigentes, se ha visto impotente ante los insultos públicos, las falsedades. Y es que durante todos estos meses y vigente la huelga, la empresa ha tenido que ver cómo en diferentes medios y redes sociales, no solo los trabajadores y sus familiares, sino representantes sindicales y políticos, han venido atribuyendo a la empresa conductas en las que nunca ha incurrido. Ha tenido que soportar cómo de manera pública y calumniosa se les ha calificado de todo tipo de insultos, han sufrido -sin que se pueda determinar su autoría- daños en su patrimonio, se han hecho campañas de boicots para que no consumiera sus productos. Y todo ello en el más estricto y absoluto silencio, con respeto a los tiempos procesales, sin contestar ni una sola de las injurias sufridas”, apostilla la representante de Panificadora Butrón.